BATMAN: LOS CRIMENES DE BATMAN.

 

BATMAN: LOS CRIMENES DE BATMAN.

Esta historia fue publicada originalmente en World’s Finest # 61 USA (Noviembre – Diciembre de 1952) y fue realizada por David Vern Reed, Bob Kane, Lew Sayre Schwartz y Charles Paris.

El Joker había hecho creer a todos que había dejado el crimen; sin embargo, cuando Batman y Robin vieron el auto del villano recorriendo las calles de Gotham, sospecharon que algo pasaba y el Hombre Murciélago aprovechó para dejar un micrófono oculto, gracias al cual el Dúo Dinámico pudo enterarse que un secuaz del Príncipe Payaso del Crimen iba a cometer un asalto.

Batman y Robin detuvieron al hampón, a quien le dijeron que el propio Joker los había ayudado, lo que se difundió de inmediato en los medios de comunicación. El Joker estaba furioso, pues ahora era el hazmerreír de Gotham, así que planeó vengarse de Batman y qué mejor manera de hacerlo, que convertirlo en criminal.

Para conseguirlo, el Joker capturó a Robin y puso a Batman 3 condiciones para salvar la vida del Joven Maravilla: engañar, robar y matar en ese orden. Al día siguiente, el batiavión sobrevolaba Gotham, cuando de pronto, experimentó alguna falla que se precipitara a tierra. Los gothamitas vieron como Batman saltó de la nave y se horrorizaron al ver que no se abría el paracaídas del héroe, por lo que caía a una muerte segura en un área boscosa.

Sin embargo, todo era un engaño, pues el avión había sido preparado para que “cayera” y el Batman que “saltó”, era solo un muñeco, que era recogido y ocultado por el verdadero Hombre Murciélago, para que pareciese que el héroe había engañado a la muerte, cosa que no le pareció graciosa al Joker, pues él esperaba otra clase de engaño, que hiciese ver mal al encapotado.

El Joker hizo llegar entonces una nota al GCPD, retando a Batman a que evite que cometa un delito en un museo deportivo, poniendo entonces al héroe en la disyuntiva de detenerlo o de cumplir con las exigencias del Joker para salvar a Robin. Batman se presentó en el lugar y usó varios trucos para evitar que el Joker lleve a cabo su fechoría, por lo que al día siguiente, los periódicos informaron que el héroe le había robado al villano el título del “Rey de los trucos”.

Obvio, al Joker no le hizo gracia, pues Batman aún no se convertía en criminal y para asegurarse de que el encapotado cumpliese la última condición, que era la de matar, resolvió acompañarlo junto a sus secuaces y de hecho lo llevó a un circo, donde mientras los hampones robaban la taquilla, el héroe debería matar al cajero.

En un descuido, Batman lanzó aserrín a los hampones, cegándolos momentáneamente y permitiendo que atrapase al Joker, saliendo a la pista del círculo, donde el público pensó de inmediato que se trataba de parte de la función. Batman trepó hacia los columpios llevando al Joker y empezando a columpiarse, “matándolo así del susto”, siguió columpiándose, “matando el tiempo y matando de la impaciencia” al Joker. Su accionar, hizo que el público se “matara” de la risa; pero, el villano consiguió soltarse y tras caer en la red de seguridad, corrió para avisar por teléfono a quienes custodiaban a Robin para que mataran al joven, lo que no consiguió, pues Batman quitó un fusible y “mató” la luz.

Luego, Batman fue con la policía a la guarida del Joker, donde “mató a dos pájaros de un solo tiro”, pues liberó a Robin y capturó al Joker junto a toda su banda.

Esta historia fue publicada en español como complemento en Batman # 809 de Editorial Novaro, del 27 de Diciembre de 1975. Imagen cortesía de colección privada, de página interior del Batman 809.

 

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