Esta historia fue publicada originalmente en Green Arrow # 13 y 14 USA (Diciembre de 1988 – Enero de 1989), siendo desarrollada por Mike Grell (guión), Dan Jurgens (arte), Dick Giordano y Frank Mc Laughlin (tintas) y Julia Lacquement (color).
Era un día como cualquier otro en la vida de Oliver Queen, quien estaba dedicado a hacer varias entregas de la florería Sherwood de su novia Dinah Lance. Primero fue a hacer una entrega de unas flores para una mujer, cuyo esposo, un oficial de la Marina, se enfureció porque las flores las enviaba otro hombre, así que entró a la casa a reclamarle a su esposa y la iba a golpear, cuando lo interrumpió Oliver, quien lo noqueó y luego se retiró, no sin antes aconsejar a la mujer que se alejara, hasta que su esposo se calmase.
Camino a otra entrega, ayudó a bajar de un árbol a un gato llamado “Campanilla”, que no hacía caso a su dueña, Holy Peters, y se lo entregó.
Entregó unas flores en una iglesia para un matrimonio y ayudó al nervioso novio a ponerse la corbata. Luego, vio en la vía a una mujer que tenía problemas con su vehículo, pues se le había pinchado una llanta; pero, no tenía ni la gata, ni la llanta de repuesto, pues dijo que probablemente su marido los había sacado. Entonces, apareció un buen samaritano que le prestó su llanta de repuesto, hasta encontrar un sitio donde arreglaran la del auto de la mujer.
Casi terminaba su recorrido, cuando vio a una banda de punks que asaltaban a un anciano. Se puso su traje de batalla de Green Arrow y les dio una paliza. Luego, fue a reunirse con Dinah. La pareja decidió salir a cenar y cruzaban la calle, cuando un auto se les vino encima, salvándose ellos por la agilidad de sus reflejos. El vehículo se estrelló al dar la vuelta y el chofer huyó. La policía indicó que el auto era robado; pero, más allá de eso, parecía una simple coincidencia.
Al día siguiente, Oliver se acercó a comprar el diario en una máquina expendedora ubicada junto al escaparate de una tienda, cuyo ventanal era limpiado por un joven en ese momento. De pronto, al tiempo que Oliver se agachaba, el vidrio se rompió en mil pedazos y el dueño del local salió a reclamar al joven, mientras Oliver se alejaba caminando, sin darse cuenta que el maniquí del escaparate tenía un balazo en el rostro.
Esa noche, Oliver y Dinah fueron a ver una obra de teatro. Al salir, una mujer llamó a Oliver, advirtiéndole que algo se le había caído. Cuando este se movió hacia la mujer, una bala impactó en la pared junto a ellos. Todos se lanzaron al suelo y en cuento cesaron los disparos, Oliver y Dinah fueron a la azotea del edificio de donde vinieron los tiros. Ahora, Oliver sabía de seguro que alguien iba tras él y por el tipo de casquillos de balas sub – sónicas encontrados en el sitio, dedujo que solo una organización tenía esa clase de material y una razón para matarlo: la CIA.
Ya como Green Arrow, fue al departamento de Eddie Fyers, agente de la CIA con quien había compartido una aventura hace poco y lo inmovilizó con sus flechas. Fyers le dijo que nada tenía que ver y que bien podría tratarse de cualquiera que tuviese un motivo y suficiente dinero (servicios de inteligencia, FBI, policía militar, crimen organizado, bandas callejeras, narcotraficantes, etc). Con la nota de un diario y el reportaje en TV de la muerte del esposo de la congresista Barbara Alexander, cuyo vehículo había caído al río, aparentemente por causas accidentales.
Dinah creía que podrían ser los Yakuza que iban tras Shado; pero, Oliver dijo que era poco probable y que debía ser alguien que lo odiaba, así que decidió volver a salir como Green Arrow, a buscar entre los posibles candidatos. Volvió a darles una paliza a los punks; pero, ellos no eran. Vio entonces una nota en el diario y fue entonces en busca de Holy Peters.
Resultó ser que “Campanilla” era un gato de laboratorio, en el que se hacían investigaciones y que tenía implantada una célula de inmunidad al cáncer. El gato había desaparecido del centro de investigaciones y era obvio, que Holy no era la dueña y que los intereses de laboratorios farmacéuticos podrían llevar incluso a matar por conseguir algo. Sin embargo, Holy era una activista que estaba denunciando el trato inhumano a los animales en los laboratorios.
Fue entonces tras el oficial de la Marina al que había golpeado cuando trató de agredir a su esposa, pues, obviamente, podría tener acceso a las armas. Sin embargo, el hombre había estado todo el tiempo en una iglesia, en una cadena de oración para salvar su matrimonio, lo que certificó el sacerdote que había estado con él.
Al regresar a su auto, vio el titular en el periódico acerca de la muerte del esposo de la congresista Alexander y reconoció en las fotos a la mujer a la que había ayudado y su vehículo. Entonces, sintió un arma apuntando a su cabeza y una voz le dio la orden de arrancar su vehículo, que empezó a ser seguido por otro.
Al llegar a un puente, Arrow hizo un giro brusco de 90 grados, obligando a estrellarse contra el barandal, al vehículo que los seguía. El arquero aprovechó la confusión para golpear al hombre que lo tenía amenazado y que era el mismo buen samaritano que se había prestado para ayudar a la mujer. Luego, la inmovilizó con una flecha que clavó el vestido de ella contra el vehículo en que los había seguido.
La congresista confesó entonces que había matado a su esposo, tras 16 años de ser maltratada por él. Con ayuda de su amigo, embarcó el cadáver en el maletero para poder llevarlo hasta un lugar donde lo lanzaría al río. Su amigo la seguía un poco más atrás. Fue entonces que se pinchó una llanta del auto y justo allí apareció Oliver a ayudar y, obviamente, no había llanta de recambio ni gata, porque el cadáver estaba en el maletero. “Providencialmente”, llegó la otra persona a ayudar. El punto es que luego, al lanzar el auto al río, no se percataron que no volvieron a poner la llanta original, de lo que se dieron cuenta luego y allí fue que la congresista decidió eliminar a Oliver, porque él podría haberse dado cuenta.
Oliver le hizo ver que él era nuevo en la ciudad y ni siquiera sabía quién era ella y solo lo supo tras ver su foto en el diario. Si ella no hubiese intentado matarlo, el hecho no habría salido a la luz. La congresista admitió que ella había cometido más de un error y que debió encargarse por sí misma de matarlo, sacando en ese momento una pistola.
Al momento de disparar, el pedazo de losa del puente, afectado por el impacto, cedió y el auto cayó al río con la congresista, cuyo traje aún seguía clavado al vehículo. La amenaza había terminado.
Esta historia fue publicada en español en DC Premiere # 11 de Editora Zinco de España, en Mayo de 1990. Imagen cortesía de colección privada.
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