SPIDERMAN: EL CULTO DEL AMOR.
Esta
historia fue publicada originalmente en Web of Spiderman # 40 a 43 USA (Julio a
Octubre de 1988), siendo realizada por Peter David (guión), Álex Saviuk (arte),
Keith Williams (tinta) y Janet Jackson (color).
La
vida de Betty Brant había sido bastante trágica. Fue el primer amor de Peter
Parker, al que conoció cuando entró a trabajar como fotógrafo freelance para el
Daily Bugle donde ella era asistente de J. Jonah Jameson y pronto tuvo que sufrir
por su cercanía al arácnido, aunque ella no sabía de la doble identidad del
joven. Primero, fue el ataque contra su madre, quien quedó con grave daño
cerebral, por las deudas de juego contraídas por su hermano Bennett; luego,
ambos hermanos fueron secuestrados por Dr. Octopus, por las mismas deudas al
mafioso Blackie Gaxton, lo que terminó en la muerte de Bennett en medio del
enfrentamiento entre el héroe y los villanos, en The Amazing Spiderman # 11 USA
(Abril de 1964). Inicialmente, Betty culpó a Spiderman de lo ocurrido.
Poco
después, Betty empezó a salir con el reportero Ned Leeds, con quien finalmente
se casó en The Amazing Spiderman # 156 USA (Mayo de 1976); pero, en la luna de
miel la dejó sola y ella se regresó a New York a buscar a Peter, lo que hizo
que el reportero se enfureciera y al encontrar al joven fotógrafo, lo golpeó,
luego de lo cual, Parker se distanció de ellos.
El
comportamiento de Ned se fue volviendo errático y distante, ocasionando que se
distanciara de Betty. En medio de todo eso, la aparición del villano Hobgoblin
hizo que Ned se obsesionara con él, dejando aún más sola a Betty, quien
encontró consuelo en su amistad con Flash Thompson y empezaron a frecuentarse,
lo que generó celos en Leeds, que se las arregló para hacer ver que el otrora
deportista era el villano, incluyendo que Spiderman lo desenmascarara en
público, por lo que fue llevado a la cárcel (The Amazing Spiderman # 276 USA,
de Mayo de 1986). Casi paralelamente, Betty estuvo a punto de ser víctima del
Sin Eater.
Lo
que nadie sabía y mucho menos Betty, es que el verdadero Hobgoblin había
hipnotizado a Ned, para que lo reemplazara en la actividad criminal e incluso
que apoyara al villano La Rosa en su lucha contra Kingpin, hasta que se cansó
al ver a Leeds fuera de control y liberó información sobre la identidad de este,
por lo que fue asesinado mientras se encontraba haciendo un reportaje en Berlín
(Spiderman versus Wolverine # 1, Febrero de 1987).
La
noticia de la muerte de Ned, causó un colapso mental en Betty, que ya estaba
impactada porque había visto a su esposo vestido como Hobgoblin amenazando a
Flash Thompson y su muerte la sumergió en un estado total de negación,
asegurando que él aún vivía. Fue en medio de esa inestabilidad mental, que
Betty entró en contacto con el Culto del Amor.
Flash
llegaba a reunirse con Betty, cuando la
vio en la calle con un desconocido, que se despidió cuando él llegó. Semanas
después, Peter Parker fue a visitar a Betty a su departamento y se encontró con
una agente de bienes raíces que lo estaba mostrando para la venta y que no
sabía nada acerca de la anterior propietaria. Sorprendido, se transformó en
Spiderman y se dirigió al Daily Bugle, asumiendo que allí tendrían la nueva
dirección de Betty, no explicándose el porqué del cambio tan repentino.
Al
rato, alcanzó a ver a Flash Thompson golpeando a un hombre, por lo que bajó y
lo detuvo. Flash le dijo a Spiderman que Betty llevaba ya dos semanas
desaparecida y la última persona con la que sabe que se vio, fue justo con el
hombre al que golpeaba. El arácnido se hizo cargo y le pidió a Flash que se
fuera, ayudó a levantarse al hombre, al que puso un rastreador y tomó uno de
los folletos que repartía, sin que se diera cuenta.
Ya
como Peter Parker, fue a la oficina de Kate Cushing en el Daily Bugle para
informarle de la desaparición de Betty y le entregó el folleto de los llamados
“Estudiantes del Amor” y la tarjeta de la agente de bienes raíces. Cushing le
dijo que había oído hablar de ellos y le contó que su hermana Tracy había desaparecido
años atrás, a manos de un culto. La editora llamó a Ben Urich y le encargó el
caso, indicando que la agencia de bienes raíces bien podía estar sirviendo para
lavar dinero. Urich dijo que había oído algo acerca de los “Estudiantes del
Amor”, un grupo muy reservado, del que se decía tenía una granja en un lugar
desconocido.
Mientras
tanto, Flash se dedicaba a seguir de manera discreta al integrante de la secta,
llegando hasta un edificio aparentemente abandonado, al cual ingresó. Flash
hizo lo mismo y se vio emboscado por varios hombres del grupo, que habían sido
advertidos por el otro, de que alguien lo seguía. Usando su habilidad atlética,
Flash los contuvo como pudo; pero, pronto se vio acorralado por los hombres,
uno de los cuales, el llamado Bruce, llevaba un cuchillo. Providencialmente,
llegó Spiderman e hizo huir a todos, lo que motivó la protesta de Flash que
pensaba debía de haber atrapado a alguno, para hacerlo confesar, a lo que el héroe le dijo que de nada servía,
si sus abogados los liberaban al rato y lo que necesitaban para empezar era
saber dónde estaba Betty y para eso, él se encargaría de seguir al tipo al que
el atleta había seguido.
En
efecto, Spiderman se dedicó a seguir al hombre desde lo alto de los edificios y
sin que este lo viera, por lo que este abordó confiado una furgoneta que lo
esperaba, para ir a la granja de los “Estudiantes del Amor” y el héroe se posó
suavemente sobre el techo de la misma y se recostó. Poco después, llegaron a
una propiedad en algún lugar de los bosques de New Jersey y el arácnido se bajó
y escondió entre los árboles para poder observar todo con tranquilidad. Allí,
vio un enorme caserón, delante del cual había un amplio huerto, donde varios de
los residentes del lugar, trabajaban sembrando plantas y entre ellos, estaba
Betty.
Spiderman
esperó a que anocheciera y subió por la fachada, hasta ubicar, asomándose por
las ventanas, la habitación donde estaba Betty y entró sigilosamente, hasta
ubicarse al pie de la cama de ella, le tapó la boca y le dijo que sus amigos
estaban preocupados por su ausencia y que había ido a rescatarla. Confiado,
Spiderman le quitó la mano de la boca y ella reaccionó pidiendo auxilio,
viéndose rodeado de inmediato por hombres armados con palos.
Los
hombres cayeron sobre él, mientras Betty aprovechaba para alejarse asustada,
diciéndoles que tuvieran cuidado, pues él era muy peligroso. Spiderman
consiguió eludirlos e ir tras Betty, quien gritaba que lo que él quería, era
destruir lo único bueno que le había pasado en su vida y no dejaba de
golpearlo, por lo que tuvo que atar sus piernas y brazos con telaraña, para
luego correr y saltar con ella en brazos por los corredores de la casona,
perseguidos por los seguidores del culto, hasta que tuvieron que detenerse por
la descarga de un lanzallamas usado por Bruce, que parecía fuera de sí y porque
el héroe lo había golpeado poco antes cuando acudió a ayudar a Flash Thompson.
Aprovechando
la confusión del momento, Betty consiguió quitarle la máscara a Spiderman,
reaccionando el héroe dejándola caer para cubrirse el rostro con una mano y
golpear a Bruce con la otra, luego de lo cual optó por huir y se escondió en
los ductos de ventilación del edificio, desde donde alcanzó a escuchar una
charla entre el hombre al que había conocido horas antes al evitar que Flash lo
golpeara y el llamado Maestro, que dirigía el lugar y que al oirlo, le pareció
que era una persona centrada.
El
Maestro aseguró al hombre llamado Guy, que no tenían nada que temer, pues
Spiderman había entrado ilegalmente y por eso, no podía acudir a la policía,
pues podría ser acusado por invadir propiedad privada. El Maestro pidió al
hombre mantener vigilada a Betty, quien podría estar perturbada por la
irrupción de Spiderman y de igual manera, vigilar a Bruce por su comportamiento
agresivo. En eso, sonó el teléfono de la oficina y quien llamaba era la agente
de bienes raíces, a quien Ben Urich ya había visitado para entrevistarla; pero,
ella le había asegurado al reportero que no sabía nada acerca del culto.
Al
concluir la llamada, Guy le dijo al Maestro que si deseaba, podía llevar un
grupo para amedrentar al periodista; pero, este le dijo que era hora de que
aprendiera que estaban en un lugar de amor y no de amenazas. Spiderman se
sintió sorprendido por esto y siguió su camino por los ductos, hasta que
encontró una habitación donde había el tipo de ropas que había en el lugar y se
la puso, incluida una gorra, para ocultar su rostro. Ya en la mañana, se mezcló
entre el grupo y fue invitado a ver el milagro que iba a realizar el Maestro.
Mientras
tanto, Flash Thompson había ido a buscar a Kate Cushing al Daily Bugle, quien
le presentó a Ben Urich, con quien salió poco después a una entrevista con el
Reverendo Tolliver, quien tenía experiencia desprogramando a integrantes del
culto de “Estudiantes del Amor”. Tolliver les dijo que el Maestro se
aprovechaba de la situación emocional y susceptibilidad de la gente,
sorprendiéndolos con la realización de milagros, como el de la extirpación de
tumores cancerígenos, para lo cual solía usar un paciente muy gordo,
introduciendo su mano, sacando el tumor y luego limpiando el área, sin que
quedase herida alguna, aunque realmente lo que ocurría es que presionaba sobre
el estómago del paciente, que al ser gordo, la mano pareciera hundirse y ya oculta,
reventaba un globo lleno de sangre y mostraba visceras de animal, impctando en
las mentes de gente impresionable, que no sabía que pensar, sembrando en ellos
la duda, para finalmente ceder y creer en todo lo que el Maestro dice, a quien
ven como un amigo.
Y
justo eso era lo que estaba viendo Spiderman, que quedó confundido, pues ya se
había quedado sorprendido al escuchar la charla entre el Maestro y Guy, por lo
que empezó a dudar. Al salir de la presentación, el Maestro se le acercó y
pidió hablar con él, así que siguieron caminando y le mostró la máscara de
Spiderman, sabiendo perfectamente que el hombre con el que conversaba era el
arácnido, pues él conocía a todos los integrantes de su comunidad. El Maestro
acompañó a Spiderman a la puerta, le devolvió la máscara y le dio dinero para
el pasaje de vuelta, lo que extrañó al héroe que pensaba haría que sus hombres
lo atacaran o lo obligaría a quedarse, a lo que el hombre le dijo que la
violencia y el forzar a la gente, no eran su método, e incluso le dijo que
sería bienvenido en la comunidad, pudiendo servir como uno de los guías del
grupo.
El
Maestro había sembrado la duda en Spiderman y cuando Peter apareció en el Daily
Bugle para comentar con Kate Cushing y Ben Urich, la experiencia que el
arácnido había tenido con el culto, les dijo que el héroe los había encontrado,
que había visto a Betty y que incluso había allí una mujer llamada Tracy; pero,
que no los veía como una amenaza y que no le había dicho dónde se encontraba la
granja. Esto último enfureció a Kate, quien tuvo que ser calmada por Ben, quien
le dijo que si Spiderman consideraba que no había nada que hacer, Peter no
podía obligarlo.
Poco
después, Peter contactó a MJ para decirle que estaba bien. Ella necesitaba de
su consejo, pues le habían ofrecido un contrato para modelar lencería y ella
quería saber la opinión de su esposo, aunque Peter no la dejó explicar de qué
se trataba el contrato y tan solo le dijo que siendo su carrera, era lo mejor
que ella misma decidiera. Y así, ella decidió aceptar el contrato.
Luego,
Spiderman fue a buscar a Flash Thompson quien estaba en su nuevo trabajo como
entrenador. Sus alumnos se alegraron de saber que su profesor era amigo de
Spiderman, aunque a Flash no le agradó tanto, ya que Spiderman dijo que había
visto a Betty muy feliz y había que respetar su decisión, por lo que el otrora
atleta se puso furioso y sintió que el arácnido lo había traicionado. Otro de
los profesores era policía y le llamó la atención de que Betty estuviese con el
culto, contándole entonces a Flash la historia de unos padres que quisieron
rescatar a su hijo, contrataron a un detective para sacarlo de allí y
terminaron siendo arrestados. Al profesor le preocupaba que Flash intentase
algo ilegal.
Flash
fue a hablar con Tolliver y pedirle su ayuda. Tolliver le dijo que podía
ayudarlo y haría algunos contactos para preparar el plan de rescate de Betty;
pero, le dijo que una vez hechos los arreglos, no habría vuelta atrás, a lo que
el joven asintió. Mientras tanto, Spiderman también iba en busca de consejo,
para lo cual consultó al Dr. Druida acerca del milagro que había visto hacer al
Maestro y este le aclaró que probablemente era un acto de charlatanería,
ofreciéndose a ir con él; pero, el arácnido dijo que no era necesario, pues era
un problema que él debía resolver.
Paralelamente,
Flash irrumpía en la granja de los “Estudiantes del Amor”, con una furgoneta y
hombres armados, procediendo a llevarse a Betty, a la que golpearon por
resistirse. Poco después, cuando Peter se disponía a descansar un rato, recibió
una llamada de Flash que le pedía ir de manera urgente a su departamento.
Cuando Peter llegó, encontró a Betty atada a una silla y junto a ella estaba
Tolliver. Peter los recriminó porque lo que habían hecho era algo ilegal y los
federales podían apresarlos por eso. Tolliver le hizo ver que a Betty le habían
lavado el cerebro, quitándole toda posibilidad de decidir por sí misma, que
había que devolverle eso y que en efecto, era ilegal lo que habían hecho y lo
cuestionó preguntándole si alguna vez no había roto una norma por proteger a un
ser querido.
En
la granja, el Maestro hablaba con Guy sobre lo acontecido y le daba una lista
de los conocidos de Betty con sus direcciones, que él le había pedido antes de
ingresar. Guy escogió empezar con Flash, pues estaba seguro de haberlo visto en
la furgoneta. Mientras tanto, Tolliver con la ayuda de Flash y Peter, había
iniciado la desprogramación de Betty, que continuó hasta que fueron bruscamente
interrumpidos por Guy y varios hombres del culto, iniciandose una pelea entre
ellos. Peter consiguió hacer que Tolliver escapase para pedir ayuda; pero, al
no poder usar libremente sus poderes, permitió que lo capturasen, junto a Betty
y Flash, siendo llevados de vuelta a la granja.
Mientras
tanto, Tolliver conseguía ubicar a Ben Urich y este llamó a Kate Cushing para
avisarle que Peter y Flash habían sido secuestrados por el culto. En la granja,
el Maestro presentaba a Peter y a Flash como los enemigos del culto y varios de
los integrantes, entre ellos Bruce, querían ajusticiarlos; pero, Betty se
adelantó y dijo que eran sus amigos y que no debían hacerles daño, ni
permitiría que el Maestro vuelva a acercarsele. El Maestro amonestó a Bruce,
que se retiró y fue al sótano, donde experimentaba con su lanzallamas, dando
inicio a un incendio de manera accidental. Peter, Flash y Betty fueron
amarrados y encerrados en un aula, a la espera de la llegada de la policía,
pues el Maestro pensaba acusar a los amigos de la joven de ingresar
ilegalmente. Cuando el humo y las llamas empezaron a expanderse en el lugar y
cundió el pánico entre los integrantes del culto, Peter se liberó de sus
ataduras, aduciendo un subidón de adrenalina que le permitió romperlas.
En
eso, llegó Bruce, abriendo la puerta de una patada y portando un arma, que
disparó, aunque no pudo darle a Peter, quien se abalanzó sobre él y le quitó la
pistola, dejándolo ir para que pudiera salir del edificio, para luego regresar
al aula y como sus amigos se habían desmayado por el humo, se transformó en
Spiderman y los cargó para sacarlos del lugar, encontrándose en el pasillo con
el Maestro, que le apuntaba con un arma y lo acusaba de regresar a causar
destrucción, cuando él le había dado una oportunidad. El Maestro disparó y
Spiderman eludió la bala, que terminó impactando en Bruce.
El
arácnido desarmó al Maestro e iba a llevarse también a Bruce; pero, el líder
del culto se ofreció a hacerlo, quedando en encontrarse afuera. Sin embargo, el
Maestro no tenía la intención real de ayudar a Bruce y quiso seguir de largo,
lo que no pudo hacer, pues el hombre se agarró de sus piernas y no lo dejó
avanzar. En eso, parte de la edificación cayó sobre ellos. Spiderman quiso
regresar a buscarlo; pero, ya fue imposible, pues el edificio se desmoronaba,
al momento que llegaban las unidades bomberiles.
Flash
se alegró cuando Peter le contó que Spiderman había llegado y los había
salvado, renovando la confianza que el arácnido siempre había tenido en el
héroe. Los sentimientos de Betty estaban en conflicto dado lo acontecido y
Flash le prometió que todo mejoraría. En eso, llegaron Kate y Ben, quienes se
alegraron de ver a salvo a sus amigos, aunque la esperanza de la editora de
encontrar a su hermana, pues la Tracy que era parte del culto, era otra
persona. Por lo pronto, el reportaje que Ben haría para el Bugle, aseguraría
que el culto de los “Estudiantes del Amor”, no volvería a convencer a incautos.
Este
comic ha sido publicado en español en el Coleccionable Spiderman Vol. 2 # 12 y
13 de Editora Forum de España, cuyas portadas adjuntamos. Imagen cortesía de
colección privada.
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