sábado, 15 de octubre de 2016

PUNISHER: OJO POR OJO.


PUNISHER: OJO POR OJO.

Esta historia fue publicada originalmente en Punisher War Journal # 1 al 3 USA (“Ane ye for an eye”, Noviembre de 1988 a Febrero de 1989), siendo realizada por Carl Potts (guión), Jim Lee (arte) y John Wellington con Gregory Wright (acabados).

La presentación del tomo recopilatorio nos dice: “El corazón de Frank Castle una vez estuvo lleno de amor hacia su esposa e hijos. Cuando el fuego cruzado de la mafia terminó con la vida de su familia, Castle, lleno de dolor y de furia, no pudo morir. Su cuerpo se recuperó. Su corazón vacío sólo latía en busca de una venganza sangrienta contra los monstruos humanos que violaban la ley y aterrorizaban a los inocentes.”

“Pero un guerrero que se enfrenta contra monstruos, corre el riesgo de convertirse también en un monstruo. En este mundo brutal de dolor y violencia, el guerrero llamado PUNISHER debe recuperar su alma… o morir.”

“Tienes en tus manos la trilogía clásica que dio inicio al histórico PUNISHER WAR JOURNAL: Ojo por ojo. Una visión peligrosa a través de los ojos del vigilante característico de nuestros tiempos.”

Carl Potts, quien para esa época era el Editor del comic de Alpha Flight, quería lanzar un tercer título dedicado a Punisher, en el que pudiese explotar más sus motivaciones y contar muchas cosas que jamás se habían contado. Según Potts, Punsiher “tiene un código ético y de conducta muy específico. Intenté concebir sicológicamente lo que lo motivaba. Y lo mejor que pude sacar en claro fue que no sólo castigaba a los criminales por la muerte de su familia… también se castigaba a sí mismo. ¿Por qué este tipo está tan obsesionado? ¿Por qué siempre sigue con su lucha? Él mismo se ha colocado en una situación en la que no puede perder. De esa manera, mata a criminales, en cuyo caso logra redimirse un poco por no haber protegido a su familia, y si logra que lo hieran o lo maten, por fin habrá pagado el precio que le correspondía por esa falta.”

Para la parte gráfica, Potts contaba con una joven promesa que le había sido presentada por Archie Goodwin. Se trataba nada menos que de Jim Lee, quien se había presentado con su carpeta en la convención de comics de New York y solo a Marvel le había interesado y su primer trabajo fue justo en Alpha Flight con el mismo Carl Potts. A Lee le interesaba porque le daba una nueva oportunidad y eso le permitía cambiar de temática, aunque asumir el trabajo le significó una ardua tarea de investigación sobre el tipo de ambientes y obviamente, sobre armamento. “Tenía réplicas de armas, libros de armas y revistas de armas en mi pequeño estudio”. Lee afirma haber estudiado la labor que hicieron con Punisher varios artistas como Frank Miller (en Daredevil), David Ross, Kevin Nowlan y Whilce Portacio.

Hace no mucho tiempo, Frank Castle disfrutaba de un picnic junto a su familia en Central Park, cuando al correr mientras elevaban una cometa, fueron testigos accidentales de un ajusticiamiento de la mafia y los individuos armados dispararon contra ellos, matando a la esposa e hijos de Castle y dejándolo malherido. Cuando se recuperó, usando su formación previa como marine, se decidió a vengar a su familia y se convirtió en Punisher.

Se acercaba un aniversario más de la muerte de su familia y Punisher estaba muy ansioso, al punto que pidió a su amigo Microchip que lo ayudara a comprobar qué tanto lo protegía su nueva forro de kevlar, ante el impacto directo de una 9mm; pero, no estaba dispuesto a usar un maniquí, sino que él mismo lo llevaría puesto.

El impacto lo derribó y lo dejó atontado unos minutos. Luego, se disculpó con Microchip, pues sabía lo que le había costado unirse a su causa, tomó un arma y salió de inmediato,  pues se le hacía tarde. Se topó con un intenso tráfico que lo obligó a dejar su furgoneta en un lugar apartado, con las seguridades activadas y se dirigió en su moto hacia un departamento que había alquilado meses atrás en Manhattan; pero, al que nunca había terminado de dejar habilitado.

Al llegar al lugar, vio que había una tienda y entró para comprar algunas cosas que necesitaba y salió en dirección al Central Park, mientras los dueños de la tienda, un anciano de ascedencia oriental y su hija, conversaban sobre su futuro, ya que el dueño del edificio pretendía desalojarlos. El hombre había pedido asesoría legal a Matt Murdock y recordó en ese momento, que justo tenía una reunión con su abogado.

Castle estaba por llegar a Central Park cuando vio que una pareja con un bebé eran obligados a subir a la fuerza a una limusina. Pensó en no meterse y solamente llamar al 911 porque se le hacía tarde; pero, sabía que la ayuda no llegaría enseguida, así que se enfrentó e inutilizó a los matones y huyó con la pareja en el auto, que lo dejaron abandonado poco después y luego llevó a la pareja con el bebé hasta el departamento de Manhattan, considerando que allí estarían seguros.

La mujer le contó a Punisher que poco tiempo atrás había decidido casarse con uno de sus pretendientes, Mark; pero, luego de tener a su bebé, ella se dio cuenta que su esposo era un mafioso, así que pensó en abandonarlo y le pidió a su otro pretendiente, Steven, que la ayudara. Mark exigía quedarse con el bebé; pero, ella no deseaba dejarlo con él, así que planeó sustituir a su bebé con el de su hermana, el que tenía un ligero retardo mental, que pensó que con el dinero de su marido podría él pagarle sus tratamientos. Ella hizo el cambio; pero, Mark se dio cuenta y envió a que los capturaran.

Punisher salió para hablar por teléfono en privado con Microchip, quien nvestigó y le confirmó los malos antecedentes de Mark Scotti, quien había hecho cosas muy turbias en el bajo mundo de las apuestas. Punisher se dirigió a la casa del mafioso y trepó la cerca; pero, fue captado por una de las cámaras de vigilancia y salieron varios guardias a enfrentarlo y los contuvo con una granada antimotines. Averiguó que Scotti se encontraba en el baño y subió, amenazándolo para que dejara en paz a la mujer y al bebé. En eso, se distrajo porque llegaron más hombres del mafioso y vació su pistola contra ellos, momento que aprovechó el mafioso para tomar un arma, que no pudo usar, pues de un golpe, Castle lanzó al agua un radio que estaba conectado y Scotti se electrocutó.

Punisher rescató al otro bebé y tomó dinero de la caja fuerte de Scotti, que entregó a la joven pareja con la advertencia de que lo usaran bien, incluyendo el tratamiento para el bebé de la hermana de la mujer y si no lo hacían, volverían a saber de él. Luego, bajó a la tienda y volvió a hacer una compra, un sanduche y una cometa, pues lo anterior lo perdió cuando atacó a los matones que se llevaban a la pareja, se dirigió a Central Park al mismo lugar donde años atrás perdió a su familia, elevó la cometa, disfrutó del sanduche y se sentó a descansar y recordar.

Unos día atrás, en una cárcel cercana, Héctor Montoya contaba las horas para su libertad condicional y buscaba evitar algún lío que le impidiese volver a ver a su familia y luego de despachar una carta, se sentó a escuchar música en su walkman y no hizo caso de las burlas y el acoso de Raymond, un enviado de su antigua banda que no lo dejaba en paz, por encargo de sus antiguos asociados, que consideraban que los había traicionado.

La carta fue entregada unos días después al General Accardo, antiguo funcionario de la Embajada del país sudamericano de San Angelo, uno de los que había acusado a Montoya, quien en la misiva le pedía hacer borrón y cuenta nueva, pues lo único que quería era volver a ver a su familia. Minutos después, el General caía fulminado por un ataque cardíaco, mientras el sobre que contenía la carta se deshacía.

Mientras Accardo moría, Frank Castle descansaba en Central Park, cuando sintió que alguien lo acechaba y se movió sigilosamente, para atrapar a quien lo observaba, resultando ser Jason Hunt, hijo del hombre al que la mafia había ajusticiado el día que la familia de Castle había sido asesinada. Afirmó que su padre era un banquero que había sido engañado por un grupo que compraba armas para los rebeldes de San Angelo y que Montoya le hizo tender una trampa para deshacerse de él, por lo cual este no solo era culpable por la muerte de su padre, sino también de la familia de Castle.

El joven reconoció a Castle y le contó que volvía allí todos los años y que ahora que sabía que Montoya iba a ser liberado, planeaba matarlo y le pidió ayuda; pero, este se negó, pues conocía los riesgos de que un novato intentase algo como eso. El joven tachó de cobarde a Castle y se fue.

Punisher recordó que había conocido a Montoya durante su estadía en la cárcel y ambos no eran precisamente muy populares, así que más de una vez había coincidido en que debieran repeler algún ataque de los presidiarios. Rara vez habían cruzado palabra y Punisher no supo más de él, después de que consiguió escapar de prisión.

Poco después, Punisher se reunía con Microchip, quien le mostraba la información que había recopilado acerca del padre de Jason Hunt y Montoya. En el primer caso, la información dejaba ciertas dudas sobre la veracidad de lo narrado por el joven; y, en el segundo caso, era un antiguo oficial del Consulado del país vecino de la nación de San Angelo, quien fue apresado por sus aparentes nexos con el bajo mundo y por el intento de asesinato de un empleado de la mafia. Justo en ese momento, en las noticias reportaban la muerte del General Accardo.

Luego, Castle regresó a su departamento y fue visto por Daredevil, quien vigilaba la tienda de los ciudadanos orientales, pues como Matt Murdock sabía de las amenazas que habían recibido. Daredevil bajó y llamó por la ventana a Punisher, que lo recibió a regañadientes. El héroe ciego le dijo que fuera lo que estuviese haciendo, recordara que debía evitar causar daño a los inquilinos del edificio, que estaban siendo amenazados por el dueño y luego se fue, aunque decidió mantenerse vigilante sobre las acciones de Castle.

Mientras tanto, Montoya se preparaba para su salida y aún hasta el último momento, tenía que soportar el acoso de Raymond y le preparó un regalo, que se lo dejó con una nota para él. Cuando Montoya salió de su celda, Raymond vio que este había dejado su walkman y al acercarse, notó que tenía una nota que indicaba que le dejaba el aparato, el cual tomó y se fue feliz cantando; pero, en cuestión de minutos, cayó muerto, mientras un extraño líquido verde se evaporaba.

Cuando Montoya salió de la cárcel, se dio cuenta de que alguien lo seguía y pensó que era la gente de su antigua banda, aunque este parecía bastante inexperto. Llegó a su casa y se reunió con su familia; pero, se preocupó cuando vio por la ventana a quien lo había venido siguiendo. Entonces, subió a su habitación y buscó su arma, decidido a salir y acabar de una vez con todo, para poder volver a vivir en paz con su familia.

Jason se sintió inseguro de lo que hacía y decidió irse, cuando fue enfrentado por Montoya. El joven lo acusó de engañar y matar a su padre, a lo que el maleante contestó que su padre era realmente quien dirigía todo, lo que desconcertó no solo a Jason, sino también a Punisher quien venía siguiendo al chico e incluso había impedido que unos pandilleros lo atacaran, sin que este se diera cuenta.

En la confusión, Montoya lanzó al chico contra Punisher y lo golpeó, lo que hizo que este soltara el arma. Jason decidió irse, mientras Punisher y Montoya se enfrascaban en una pelea que concluyó cuando el maleante roció la cara de Castle con el líquido verde de un frasco que tenía en su bolsillo. En pocos segundos, Punisher cayó al suelo sin poder moverse y casi en la inconsciencia, lo que fue aprovechado por Montoya para huir.

Justo en ese momento, llegaron los 3 pandilleros a los que Punisher había golpeado antes y al verlo indefenso en el piso, quisieron vengarse. Uno de ellos, tomó el cuchillo de Castle; pero, no sabía que el arma tenía un resorte que se accionó y lanzó disparada la hoja, que terminó hiriendo a uno de sus compañeros, mientras que a él le lastimó la mano. El tercero cogió la metralleta de Punisher y le disparó a quemarropa, luego de lo cual se fue, dejándolo por muerto, aunque sin saber que el kevlar del chaleco de Castle, lo había salvado por poco.

Al rato, llegó Daredevil, quien encontró a Punisher semiconsciente y lo llevó en un taxi a buscar su furgoneta y luego lo condujo hasta los bajos de su departamento y le pidió al héroe ciego que se fuera. Luego, llamó a Microchip desde un teléfono público, para que fuera en su ayuda. Por suerte para Punisher, la dosis que recibió no era letal.

Minetras, en su casa, Montoya reflexionaba sobre la vida que deseaba llevar y la amenaza que significaba para él Jason Hunt, pues no quería dejar cabos sueltos. Preocupado por la posible incursión de los comunistas en su país, Montoya había apoyado a los “Contras” de San Angelo; pero, cuando el Congreso de USA decidió cortar la ayuda a estos, tuvo que ver la forma de financiarlos, por lo que estableció contacto con los narcotraficantes de ese país, con el fin de vender su mercancía en Norteamérica y lavar el dinero. El contacto con los narcos era el General Accardo y el encargado de lavar el dinero en su banco, era Forrest Hunt, el padre de Jason.

Sin embargo, Accardo y Hunt lo traicionaron y lo hicieron a un lado para quedarse con una mayor ganancia. Al enterarse, Montoya le tendió una trampa a Hunt, cambiando la mercadería que debía entregar a la mafia, sin que este lo supiera y por eso, decidieron ajusticiarlo, matando incidentalmente a la familia de Castle. Luego, Montoya decidió matar a un mensajero que lo había traicionado, pues se había aliado con Hunt, así que lo emboscó en lo que creía era una estación abandonada del metro; pero, un testigo lo vio y como ya no tenía inmunidad diplomática, pues se había casado con una estadounidense, fue apresado. Ya en la cárcel, prefirió mantener un perfil bajo y se dedicó a leer en la biblioteca, aprendiendo cómo crear una toxina que ocasionaba ataques al corazón y que no dejaba rastros. Así, se vengaría de quienes lo habían traicionado.

Y ahora solo le faltaba Jason y como había conseguido quitarle la billetera cuando se encontraron, se dirigió hacia la casa del joven, para acabar con él. Entretanto, en la cárcel, el Detective Stone, que seguía los casos de las recientes muestras, empezaba a relacionar estas con Montoya, pues de un modo u otros, los muertos tenían que ver con las actividades de este, así que se dirigió a la casa del ex – presidiario, encontrando allí rastros de varios químicos y la billetera de Jason.

Montoya había llegado a la casa del joven y estaba por matarlo, cuando llegó Punisher, quien a duras penas se mantenía en pie. Ambos forcejearon y cayeron al patio delantero por una ventana. Montoya se levantó para acabar con Punisher; pero, se dio cuenta que el frasco del veneno se había roto y había entrado en contacto con su piel, lo que sería letal para él en poco tiempo, así que, salió corriendo para tratar de llegar a su casa. En eso, llegó la policía y al ver que Montoya no obedecía la orden de detenerse, le dispararon. Punisher alcanzó a irse y regresó a su departamento a descansar.

Ahora tenía en claro las razones por las que había muerto su familia.

Este comic fue publicado en español en formato tomo por Editorial Vid el 3 de Enero de 1999. Imagen cortesía de colección privada.

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