MEDARDO ÁNGEL SILVA.

A Medardo Ángel Silva era muy común verlo caminar por las calles de Guayaquil. De tez morena, aspecto triste y melancólico, vistiendo siempre de "luto", con chaqueta negra de casimir, pantalón a rayas, corbata muy derecha negra o con rayas blancas y negras, lentes, bastón en su mano derecha y sombrero de paño gris, llevando libros o periódicos bajo su brazo izquierdo.
Quienes lo veían pasar, se preguntaban cómo alguien tan joven, vestía siempre de luto y escribía de manera tan envejecida.
Su fama llevó a que muchas revistas literarias y diarios de la época publicaran siempre algo suyo; pero, de manera especial en Diario El Telégrafo, donde tenía su columna diaria y para el que cubría eventos culturales.
De amplia formación musical, compuso unas "Rapsodias quechuas", que se perdieron con su temprana muerte, pues nunca las transcribió al pentagrama.
Apenas cumplidos los 21 años y a pesar de las perspectivas y planes para el futuro, se suicidó mientras visitaba a su amada.
Muy pronto lo conocerás.
Arte de Pedro Juan Benalcazar Vasquez.