BATMAN ENFRENTA AL YETI.
Esta
historia fue publicada originalmente en Detective Comics # 522 USA (Enero de
1983), desarrollada por Gerry Conway (guión), Irv Novick (arte), Pablo Marcos
(tinta, Adrienne Roy (color) y Jim Aparo con Anthony Tollin (portada).
La
primera vez que el Hombre Murciélago se encontró con el Yeti, fue en Batman #
337 USA (Julio de 1981, por Gerry Conway, Roy Thomas, José Luis García – López,
Steve Mitchell, Adrienne Roy, Jim Aparo y Tatjana Wood). Batman había acudido a
la escena de un crimen en progreso y al entrar al lugar, se encontraba con un
delincuente enloquecido, que afirmaba que a su compañero lo había atacado un
monstruo, constatando poco después el encapotado que el otro delincuente había
sido congelado vivo. Las pruebas forenses en el GCPD, demostraron que la causa
de congelamiento parecía ser de tipo sobrenatural.
Luego,
ya como Bruce Wayne, asistiría a una recepción en el penthouse de Wayne
Foundation, siendo uno de los invitados el afamado atleta de los deportes de
invierno Klaus Kristin (Luis Ríos en la versión Novaro). Bruce legaría a notar
rastros de lo que parecía ser nieve en los zapatos del atleta, lo que le
resultó extraño, pues no estaba nevando, así que decidió investigar.
Mientras
Batman llegaba al departamento de Klaus Kristin y descubría el diario de la
madre de este, un extraño hombre de las nieves robaba en una joyería. La
lectura del diario de Katrina Kristin, reveló el extraordinario hecho de que
Klaus era el resultado de la unión incidental de esta con la legendaria
criatura conocida como Yeti, teniendo la habilidad de trasnformarse a voluntad;
además, el Hombre Murciélago descubrió que había extraños robos en los sitios
que frecuentaba.
Batman
seguía entonces a Klaus Kristin a Austria, donde lo retaba a un enfrentamiento
en las montañas, que no sería fácil para el héroe, a pesar de ir perfectamente
equipado, por el poderío del hombre de las nieves, aunque la historia parecía
terminar cuando al llegar al borde del abismo, el Hombre Murciélago usaba una
bengala, que cegaba al Yeti y este terminaba cayendo a lo que parecía una
muerte segura. Batman estaba seguro de que no volvería a ver al monstruo.
La
acción de Detective Comics # 522, transcurría meses después, cuando Bruce Wayne
se encontraba en el despacho de Vicky Vale (Rita en la versión Novaro) y ojeaba
un ejemplar de la revista Picture News en la que la reportera trabajaba, cuando
vio en el impreso una foto de Klaus en un templo de adoración a Buda en el
Tibet, así que se despidió, se dirigió a la baticueva, donde luego de pedir los
permisos diplomáticos necesarios y conseguir la asignación de un guía, partió
en el batiavión. Diez horas después, llegó al Tibet.
Muy
pronto, Batman recorría junto a su guía Chi, un estrecho camino solo para
personas, al borde de un precipicio, cuando el ruido de una avalancha llamó la
atención de Batman, quien reaccionó a tiempo y lanzó su batisoga a tiempo, que
se enganchó en un saliente y así, se salvaron el encapotado y su guía. Batman
sospechó, pues Chi le había dicho que no era temporada en que se dieran
avalanchas. El guía le dijo que era probable que la montaña sagrada estuviese
enojada, pues esa era la ruta que seguían los fieles de Buda; pero, Batman ya
había visto con sus binoculares, a una figura familiar que se alejaba.
A
lo largo del camino, la misteriosa figura los observaba. Cuando llegaron al
lago sagrado, el guardia armado que estaba en el lugar, revisó los papeles de
Batman y le dijo que le habían dado la orden de ayudarlo. El Hombre Murciélago
le mostró la foto de Klaus, preguntándole si acaso lo había visto y el guardia
dijo que justo se encontraba en el pequeño templo al pie del lago.
Al
ver a Batman, Klaus le gritó que lo dejara en paz; pero, el impulso que llevaba
el Hombre Murciélago, hizo que atravesaran la pared posterior el templo,
cayendo ambos al agua, con tan mala suerte, que el héroe se golpeó con una
roca, quedando aturdido, por lo que el antes atleta olímpico tuvo que salvarlo,
llevándolo a la orilla. El guardia vio lo que ocurría y pensó que Klaus iba a
matar a Batman, así que disparó y lo hirió, ante lo cual el hombre se lanzó al
agua para salvarse. El guardia le iba a disparar de nuevo; pero, Batman lo
detuvo.
Batman
siguió el rastro de sangre, que lo condujo hasta la montaña Kalais, con la duda
en su mente de porqué, la misma criatura que había querido matarlo en el camino
estrecho, lo salvó luego de ahogarse. El Hombre Murciélago continuó subiendo la
montaña, con Chi siguiéndolo varios metros atrás, hasta que en un recodo del
camino, se encontró de frente con la criatura de las nieves, ¡el Yeti! Sin
embargo, la bestia no parecía débil, por lo que Batman pensó que quizás por
eso, Klaus se transformó. La bestia golpeó con fuerza y Batman no pudo
evitarlo, cayendo por el precipicio a lo que parecía una muerte segura.
Al
alejarse, la bestia no pudo ver que el héroe había alcanzado a asirse de una
saliente y Chi, aún asombrado por haber constatado que el Yeti realmente
existía, le lanzó una cuerda con la que pudo subir de vuelta al camino y
siguieron subiendo, hasta finalmente encontrar a Klaus en un templo en honor a
Buda, donde este le dijo que tras su experiencia en Suiza, se sintió renacer,
dejó su vida delictiva y que regresó para orar para que se le permita morir,
pues siempre fue un monstruo y por eso, odiaba al mundo. En eso, se movió la
estatua de Buda del lugar y detrás de la misma, apareció un Yeti más grande que
Klaus, quien lanzó el objeto con gran facilidad. El Hombre Murciélago dedujo
que se trataba del padre de Klaus y usó entonces una bengala para cegarlo, tal
y como había hecho en su primer enfrentamiento con el otrora atleta.
Klaus
rogó a Batman que apagara la bengala, pues estaba lastimando a su padre y este
solo buscaba protegerlo al ser su cría. El Hombre Murciélago decidió arriesgarse
y apagó la bengala y le pidió a Klaus que se fuera con él, para poder hacerlo
atender por un médico; pero, este le dijo que si lo hacía, luego lo encerrarían
y él quería quedarse en su hogar, aunque eso significara morir. Batman respetó
su decisión.
Entonces,
Klaus llamó a su padre, que se detuvo, lo vio con expresión de cariño, lo cargó
en sus brazos y se lo llevó a su refugio, mientras Batman los observaba. Klaus
pasaría sus últimos momentos como siempre quiso, aislado y en paz.
En
el comic original, constó una historia de complemento de Green Arrow titulada
“Automatic Pirate”, realizada por Joey Cavalieri (guión), Trevor Von Eeden
(arte) y Tom Ziuko (color). En la versión de Editorial Novaro, se puso en
cambio, una historia de Batgirl, “Duerme mientras la serpiente sonríe” (por
Cary Burkett, José Delbo, Joe Giella y Tom Ziuko), extraída del complemento
de Detective Comics # 516 USA (Julio de
1982), tercera parte de 4. La historia abarcó de Detective Comics # 514 al 517 USA (Mayo a
Agosto de 1982). Aquí un resumen de la historia completa:
En
los números anteriores, un recinto ferial se instala en Gotham y un ladrón es
asesinado por Lady Viper, la mujer serpiente del espectáculo, que se ha
convertido en un monstruo mitad humano, mitad reptil. Luego, roba un adorno con
forma de serpiente, de la propiedad de un ciudadano acaudalado de Gotham.
Barbara
Gordon investiga el supuesto “ataque de vampiros” del que hablan los medios y
descubre que se trata de la aparente mordedura de una serpiente de gran tamaño.
Al seguir investigando ya como Batgirl en el recinto ferial, se encuentra con
Lady Viper y se enfrenta a ella. Al ser atrapada por la mujer serpiente,
Batgirl le pide que le cuente sus origenes. Ya que piensa matar a la heroína,
Lady Viper no tiene objeción en contarle que desde pequeña había sido aficionada a las
serpientes y reptiles y que ya adulta, consiguió un trabajo en un circo como
“mujer serpiente”, hasta que luego de robar un objeto místico relacionado con
los ofidios, terminó transformada y convertida en Lady Viper.
Al
concluir el relato de Lady Viper, Batgirl usa los artilugios de su cinturón
utilitario para liberarse, aunque no consigue impedir que esta la muerda y huya,
tras lo cual la joven heroína se desmaya (hasta aquí los números anteriores).
Al despertar, aún mareada, trata de extraerse el veneno, para luego ir a su
batimoto, para tratar de buscar ayuda médica; sin embargo, se desmaya.
Poco
después, es encontrada por un grupo de indigentes, que la conducen a su hogar
en las alcantarillas bajo la ciudad, donde la ciudan y ella permanece
inconsciente y delirando por varios días; mientras que, en el trabajo de
Barbara Gordon empiezan a extrañarla porque ella siempre es muy cumplida; y, en
la ciudad, Lady Viper hace de las suyas. Al despertar y quitarse la cobija con
la que la habían cubierto, Batgirl se encuentra con que el veneno ha tenido un
efecto secundario y se ha transformado al igual que Lady Viper.
Al
rato, Batgirl se da cuenta que puede recuperar su forma humana completa
con solo desearlo, lo que aprovecha para
ir a un laboratorio en busca de un antídoto, para recuperarse totalmente. Allí,
le dicen que se requeriría una muestra del veneno para analizarlo y producir el
antídoto, así que va en busca de Lady Viper, encontrándola en un vagón de tren
abandonado, donde se enfrentan ambas mujeres serpiente, llevando la ventaja
Batgirl, quien finalmente consigue la muestra del veneno.
Ya
con el antídoto listo, Batgirl se lo aplica y vuelve a la normalidad, luego de
lo cual va en busca de Lady Viper para tratar de curarla y se enfrentan
nuevamente; pero, el tiempo que esta ha sido una mujer serpiente ha sido muy
prolongado, haciendo que termine totalmente transformada en un ofidio, no
habiendo ya vuelta atrás para ella.
Esta
historia fue publicada en español en formato grapa en el # 2-1259 de la
colección de Batman de Editorial Novaro el 27 de Octubre de 1984; así como en
Batman # 13 y 14 de Editora Zinco de España, de Enero y Febrero de 1985. La
historia del Batman # 337 USA la publicó Novaro en Batman # 51 formato
Avestruz. Imagen cortesía de colección privada.
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