CRÓNICAS DE LA PESTE 9: YA NO HAY LÁGRIMAS.
El Obispo Garaycoa se
contagió; pero, se recuperó, no así una hermana y sobrinos de Rocafuerte,
quienes fallecieron.
El 26 de Octubre, cuando
fallecían al menos 30 personas por día, Rocafuerte envío un mensaje al
Presidente Flores: “Ya no hay alma para sentir, ni lágrimas para llorar un
conjunto tan inaudito de horrendas calamidades. La muerte ha extendido su negro
manto sobre esta desventurada población y descargado sus furores sobre sus
moradores…”
¿Te suena conocido? Tal y
como hace 158 años, hay bravos y valientes que están en la primera línea de
batalla para protegernos: médicos, enfermeras, policías, militares. Lo mejor
que podemos hacer para ayudarnos y ayudarlos es: Quedarnos en casa y seguir las
normas de higiene.
Viñetas 16 y 17 del
minicomic Cápsulas de Historia # 6 “Fiebre amarilla en Guayaquil”, arte de
Kleber Flores.
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