HISTORIA DE UNA PÁGINA.
Me encontraba preparando el guión de la leyenda de Po-sor-já (espuma del mar), para el comic Memorias Guayaquileñas # 10 y la historia narraba que Atahualpa llegaba al pueblo costero donde habitaba la misteriosa joven, herido por un dardo ponzoñoso durante una batalla contra los bravos Punáes.
Ardiendo en fiebre, fue atendido por los curanderos del pueblo; pero, fueron los cuidados de Po-sor-já los que permitieron que el monarca mejorase. La leyenda narra que la joven se quedó la noche en vigilia acompañándolo y que cantó para él.
El punto en ese momento para mí, era encontrar un tema que reflejase algo de la historia y me dediqué a buscar, tratando de hallar algún tema propio de las culturas ancestrales.
Fue entonces que recordé que uno de mis temas preferidos del bel canto (obvio, nada que ver con las culturas americanas), Nessum Dorma, reflejaba de manera perfecta el misterio en que estaba envuelto el origen de la joven protagonista y tomándome una licencia histórica y haciendo la adaptación del tema, cambiando su género (porque quien canta es hombre y acá sería una mujer), fue así como quedó esta parte de la historia.
Y el resto, bueno, el resto ya es historia. Historia y los geniales lápices de Pedro Benalcázar.
Cabe decir que Memorias Guayaquileñas # 10 fue el primer comic de la colección donde sus principales protagonistas eran mujeres. Recuerdo haber comentado esto en una entrevista que me hicieron para un medio televisivo.
Ardiendo en fiebre, fue atendido por los curanderos del pueblo; pero, fueron los cuidados de Po-sor-já los que permitieron que el monarca mejorase. La leyenda narra que la joven se quedó la noche en vigilia acompañándolo y que cantó para él.
El punto en ese momento para mí, era encontrar un tema que reflejase algo de la historia y me dediqué a buscar, tratando de hallar algún tema propio de las culturas ancestrales.
Fue entonces que recordé que uno de mis temas preferidos del bel canto (obvio, nada que ver con las culturas americanas), Nessum Dorma, reflejaba de manera perfecta el misterio en que estaba envuelto el origen de la joven protagonista y tomándome una licencia histórica y haciendo la adaptación del tema, cambiando su género (porque quien canta es hombre y acá sería una mujer), fue así como quedó esta parte de la historia.
Y el resto, bueno, el resto ya es historia. Historia y los geniales lápices de Pedro Benalcázar.
Cabe decir que Memorias Guayaquileñas # 10 fue el primer comic de la colección donde sus principales protagonistas eran mujeres. Recuerdo haber comentado esto en una entrevista que me hicieron para un medio televisivo.
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