SUPERBOY: LA PESADILLA
DEL ESPEJO.
“The
glass nightmare” (La pesadilla del espejo), fue publicada originalmente en
Superboy # 184 USA (Abril de 1972) y fue realizada por Leo Dorffman (guión),
Bob Brown (arte) y Murphy Anderson (tinta).
Un
mes atrás, Superboy había desenmascarado a Madame Sinistra, quien robaba a sus
clientes con el pretexto de adivinarles la suerte. La mujer tuvo un infarto y
murió, no sin antes expresar una maldición contra el Joven de Acero, diciéndole
que cada nueva hazaña que hiciera, lo acercaría más a la muerte y para
comprobarlo, le dijo que se llevara un espejo mágico que había en el lugar, en
el que podría ver cómo envejecía con cada buena acción.
Incrédulo,
y hasta con buen humor, Superboy llevó el espejo a casa; pero, lo ocultó en un
cuarto que dejó sellado y con todo, lo dejó cubierto con un forro de tela. Tras
un tiempo, quiso salir de la duda, entró al cuarto al que había prohibido el
ingreso a sus padres, sacó el forro y se asustó al ver su imagen que en efecto,
lo mostraba como un anciano.
Esa
noche, se fue a dormir sin cenar y los Kent pensaron que estaba preocupado por
el paseo que tendría al día siguiente con sus compañeros de colegio. Al día
siguiente, Clark disfrutaba del paseo por el río en ferry, cuando el motor de
la nave en que iba con decenas de personas se detuvo y esta empezó a ser
arrastrada por la corriente hacia una cascada cercana.
Clark
fingió caerse por la borda, aprovechando para cambiarse de ropa y luego de hacer
que la rueda del ferry girase, llevándolo de vuelta al muelle, volvió a
cambiarse y apareció agarrado a un tronco. Al volver a casa, ingresó al cuarto
donde tenía el espejo y vio horrorizado que su imagen lo mostraba aún más
viejo. Lo que el Joven de Acero no imaginaba, es que estaba siendo observado
desde otro lugar, pues el espejo no era tal, sino un dispositivo electrónico
creado por la familia Coven, que buscaba vengarse por la muerte del tío Fausto,
uno de los brujos más grandes del siglo XX, quien falleció trágicamente al
enfrentarse al joven héroe.
Eva,
la más joven de las integrantes de la familia, había perfeccionado la
fototrónica, con la que controlaba los efectos de la luz y podía proyectar en
el espejo la imagen que deseara. Fue ella quien aparentemente “murió” cuando
personificaba a Madame Sinistra, que fue el pretexto para que Superboy se
llevase el espejo, con el que los Coven esperaban conseguir que la tensión
enloqueciera al Joven de Acero.
Sin
embargo, cuando los demás se fueron, la joven expresó su deseo de no tener que
hacer sufrir al héroe, pues era algo que no le agradaba, aunque lueo reprimió
el sentimiento. Mientras tanto, los Kent se acercaban preocupados a su hijo,
pues querían saber porqué tanto interés por lo que había en ese cuarto y él
optó por contarles lo que ocurría. Los 3 pensaban en lo que podían hacer para
resolver el problema, cuando sonó un llamado de emergencia y el Joven de Acero
voló hacia al Ártico para rescatar a unos expedicionarios que se habían quedado
atrapados en medio del hielo.
Al
regresar, vio su imagen en el espejo y era la de un despojo humano, lo que lo
hizo enloquecer y empezó a destruir lo que había a su alrededor. Eva lo veía
todo con sus familiares y quiso detener el fototrón, aunque fue impedida por
los demás, que veían cerca el fin de su enemigo y la ataron para que no
intentara nada; pero, los golpes de Superboy causaron una sobrecarga por
retroalimentación del aparato, lo que dio de lleno en los ojos de la chica, que
quedó ciega al instante.
Superboy
se sorprendió al no ver más su reflejo en el espejo mágico y al usar sus
poderes de visión alcanzó a ver a la chica atada. Siguiendo el rastro, llegó
hasta el mausoleo donde estaba “enterrada” Madame Sinistra y allí encontró a
Eva, que al saber que se trataba del Joven de Acero, se mostró preocupada y
afligida por lo que había hecho.
Superboy
llevó a la joven a un Hospital, donde usando su visión de calor para energizar
un láser, ayudó a que Eva recuperara la vista. En agradecimiento, la joven
decidió apoyar los esfuerzos del médico que la había curado, para ayudar a
personas con problemas de visión.
Mientras
tanto, los Coven juraban que algún día obtendrían su venganza.
El
comic contaba con una historia complementaria de la Legión de Superhéroes, “One
Legionnaire must go!”, por Cary Bates (guión), Dave Cockrum (arte) y Murphy
Anderson (tinta).
Saturna
(Imra Ardeen), Devorador (Tenzil Kem) y Ultra (Jo Nah), se encontraban de
guardia en el Cuartel General de la Legión de Superhéroes y cada uno ocupaba
sus respectivos puestos. De pronto, Saturna captó unos pensamientos que
avisaban de un acto de traición y sabotaje y le avisó de inmediato a Ultra.
Juntos
fueron a ver a Devorador, pues según Saturna, los pensamientos eran de él;
pero, Tenzil lo negó. Justo en ese momento, sus pensamientos volvieron a
resonar en la mente de Imra y él lo negó nuevamente, por lo que Ultra decidió
someter a Saturna a un detector cefálico, que demostraría la veracidad de lo
ocurrido. Ya con el detector colocado en la cabeza de Imra, Ultra pidió a
Devorador que le preguntase a ella si los pensamientos que captaba eran los de
él, contestando la joven que sí.
Dado
que era imposible mentir, Ultra se dispuso a capturar a Devorador; pero, este
se opuso y Jo Nah tuvo que usar sus poderes para contenerlo. Cuando Tenzil
reaccionó, se encontraba en un calabozo con rejas de magnita, un metal venenoso
que ni siquiera él podría comer a pesar de sus poderes, pues moriría de
inmediato. Devorador tendría que esperar a que se iniciara el proceso legal en
su contra.
Al
rato, sin embargo, Devorador notó algo raro en una de las rejas y pudo darse
cuenta que en realidad, los barrotes no eran de magnita, sino de acero
recubierto con pintura reflectiva, así que se los comió y así pudo salir y tomar
una de las naves de la Legión, con la que emprendió el regreso a su planeta
natal Bismoll, donde vería la forma de probar su inocencia.
Cuando
llegó a Bismoll, se encontró con su hermano Renkil, que actuaba de manera muy
rara y sabía de su problema con la Legión, confesando entonces que era él quien
lo había inculpado, pues lo envidiaba por ser un superhéroe. Para ello, había
colocado un transmisor entre la comida de Tenzil, el cual había sincronizado
con sus ondas mentales, de modo que cuando Devorador comió, le fue posible
proyectar sus pensamientos y que parecieran ser del joven héroe, de modo que lo
apresaran, juzgaran y luego separaran de la Legión, lo que le daría la
oportunidad de reemplazarlo.
Los
hermanos se enfrentaron y Renkil intentó acabar con Tenzil con una descarga de
su pistola de rayos que este devoró; pero, en un movimiento brusco, el
envidioso joven le asestó un golpe tan fuerte en la cabeza, que Devorador quedó
como muerto. El joven se desesperó y optó por enviar un mensaje mental, esperando
que el transmisor permitiese que Saturna lo escuchara, como en efecto ocurrió y
los legionarios llegaron a tiempo para salvar la vida de su compañero.
Cuando
Devorador volvió en sí, Renkil ofreció entregarse; pero, Tenzil le dijo que
bastaba con saber que se había arrepentido a tiempo para salvarle la vida y que
como él debía someterse a varios chequeos médicos, por fin sería su oportunidad
para reemplazarlo en la Legión.
En
la versión USA, había una segunda historia complementaria de Dial H for hero,
que no se publicó en la versión Novaro.
Esta
historia fue publicada en español en formato grapa en el # 916 de la colección
de Superman de Editorial Novaro el 13 de Junio de 1973. Imagen cortesía de
colección privada.
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