EL JUICIO AL CAPITÁN
AMÉRICA.
Esta
historia se publicó originalmente en Captain America # 611 a 615 USA (Octubre
del 2010 a Febrero del 2011) y fue realizada por Ed Brubaker (guión) y Daniel Acuña
con Butch Guice (arte; Acuña dibujó el 611).
Poco
antes del fin de la Segunda Guerra Mundial, el mundo se vio conmovido por el
sacrificio del Capitán América y su compañero Bucky Barnes, cuando intentaban
detener los malévolos planes del Barón Zemo. Años más tarde, los Avengers
encontraron al Capitán América congelado en un témpano de hielo y el mundo se
alegró al tener de vuelta al héroe de la Segunda Guerra Mundial, que de
inmediato se unió a las filas de los héroes más grandes del mundo.
Pero
Bucky no se había salvado y eso pesó durante mucho tiempo en la conciencia de
Steve Rogers. Lo que nadie sospechaba, es que el joven no había muerto. Durante
muchos años y a lo largo de la llamada Guerra Fría, se habló mucho de un
personaje casi de leyenda, el llamado “Soldado de Invierno”, que cometía
asesinatos y atentados a lo largo del mundo (incluso en USA) y luego
desaparecía.
Finalmente,
resultaría que el Soldado de Invierno no era otro que Bucky Barnes, cuyo
cadáver aún fresco, fue encontrado por un submarino ruso en una misión en esos
días de la Segunda Guerra Mundial. El cuerpo de Bucky fue llevado a una
instalación secreta, donde fue revivido y se le dotó de un brazo artificial. El
joven no recordaba quien era; pero, mantenía intactas sus habilidades, por lo
que fue sometido a un lavado de cerebro para que fuera fiel a los designios de
sus jefes en la URSS y entrenado para actuar como asesino en misiones
especiales, luego de lo cual se lo ponía en estado de animación suspendida,
para ser despertado nuevamente cuando fuese necesario, lo que hizo que
físicamente no envejeciera mucho.
Caída
la Unión Soviética, Bucky quedó en manos del General Lukin, un militar que
negoció con Red Skull para usarlo para sus propios fines. Cuando el Capitán
América se enteró de lo ocurrido con su antiguo compañero, fue a su rescate
apoyado por Falcon y la Viuda Negra. No fue fácil por el lavado de cerebro de
Bucky; pero, el Capitán América consiguió revertirlo con el cubo cósmico.
Tras
la aparente muerte de Steve Rogers al final de la Civil War, había la necesidad
de un nuevo Capitán América y queriendo honrar los deseos de quien había sido
su amigo aunque sus posiciones enfrentadas en este conflicto los habían
separado, Tony Stark buscó salvar a Bucky y entregarle el manto del Centinela
de la Libertad, que conservó aún después del regreso de Rogers, pues este pasó
a ser el Jefe de la Seguridad Nacional de USA, luego de la caída del
desquiciado Norman Osborn y su organización H.A.M.M.E.R. Como Capitán América,
Bucky fue integrado a la nueva formación de los Avengers.
Pero,
ahora la verdad sobre Bucky y su pasado, ha salido a conocimiento público y los
medios y la gente común, cuestionan cómo pudo entregarse el manto del Capitán
América a su asesino que incluso atacó a su propio país. Lo peor de todo, es
que la mayoría de los Avengers ni siquiera sabía la verdad sobre Bucky,
incluido el ofuscado Hawkeye, que terminaba estallando ante el acoso de los
medios.
Sin
embargo, el descontento de Hawkeye no era nada, pues ahora Steve y Tony tenían
que rendir cuentas ante el Presidente de USA, ante quien afirmaron que el
pasado de Bucky se mantuvo en secreto, aún del propio gobierno, pues no era
responsable de sus actos y eso lo demostraba un dossier de la KGB que el
Capitán América original había rescatado. Ese y otros documentos fueron puestos
a consideración del Presidente y sus asesores, entre ellos uno relacionado con
la manipulación de Bucky por parte de Red Skull. Esos documentos servirían para
la defensa de Bucky, aunque se esperaba no tener que recurrir a comprobar su
veracidad.
Mientras
tanto, Bucky cumplía una misión como Capitán América, deteniendo a una banda de
neonazis, que descubrió era liderada por el Hombre Maestro, uno de los
lugartenientes de Red Skull, originalmente un skinhead, hasta que el villano
nazi le dio sus poderes. Steve le había pedido a Bucky que no permitiera que el
acoso mediático evitara que hiciera su trabajo.
El
Presidente de USA meditaba en la opción de dar la orden de arresto para Bucky
Barnes, mientras los medios debatían si el joven había sido siempre un doble
agente. El problema es que la opción también implicaba la renuncia anunciada de
Steve Rogers a su cargo en el área de seguridad nacional, al considerar que el
tema se lo manejaba de manera política, sin tomar en cuenta el servicio
prestado por Bucky al país. Rogers ya había tomado una decisión similar años
atrás, que lo llevó a dejar el manto del Capitán América por un tiempo. El
Presidente le ofreció buscar la mejor opción posible.
Luego,
Steve se reunía con Bucky y lo ponía al tanto de la gravedad del asunto y le
decía que a estas alturas, más le valdría irse. Bucky le dijo que eso sería
peor y que ya era hora de aceptar enfrentar su pasado, por lo que decidió
entregarse, lo que en efecto hizo, momento que fue trasmitido en vivo por los
medios locales, nacionales e internacionales. El hecho, fue visto desde el
Instituto Kurtzberg para criminales dementes por Sin, la hija desquiciada de
Red Skull, que no paraba de reír.
El
Capitán América debía ahora enfrentar un juicio en una Corte Federal y esperaba
en una celda aislada de la Penitenciaría Federal Seagate, para evitar su
contacto con la población carcelaria y el riesgo de que fuese atacado. Mientras
tanto, los medios daban una cobertura sin precedentes al hecho y poco más que
lo condenaban.
Steve
Rogers había pedido a su amiga la abogada Bernie Rosenthal que se encargara de
la defensa de Bucky y se reunían con él para definir la estrategia a seguir.
Para Steve, Bucky debía dar su testimonio ante el tribunal; pero, Bernie
consideraba que eso no era pertinente para demostrar que no era responsable de
sus actos y para evitar parte del circo mediático, con lo que el joven estaba
de acuerdo. Lo importante, era conseguir que la opinión pública se ponga de su
lado, que Bucky salga libre y se ponga su uniforme.
Justo
en ese momento, el Instituto Kurtzber era atacado por el Hombre Maestro y su
gente, masacrando no solo al personal, sino a los guardias de seguridad que
acudieron. La intención era liberar a Sin, ante la que el Hombre Maestro se
arrodilló y luego la besó, jurándole lealtad.
Paralelamente,
Steve y Bernie salían de Seagate y ella le decía que aunque triunfaran, muy
probablemente Bucky jamás recuperaría su vida normal; además, que si esperaba
demostrar que el ahora Capitán América no era responsable de sus actos, sería
importante contar con los mayores expertos en en control mental. En respuesta a
eso, Falcon y la Viuda Negra fueron en busca del Dr. Fausto, quien les dijo que
estaba dispuesto a hacer un trato a cambio de ayudarlos.
Más
tarde esa noche, Bernie Rosenthal acudía a un programa de TV en directo, como
parte de su estrategia de demostrar la inocencia de Bucky, recordando que uno
de sus primeros actos como Capitán América, fue salvar al Presidente de USA de
un intento de asesinato.
Al
día siguiente, Falcon y la Viuda Negra visitaban el Instituto Kurtzberg, donde
constataban los daños causados en la incursión, así como por medio de los
videos de vigilancia, sabían ya que quien la había encabezado era el Hombre
Maestro y que todos los archivos de la permanencia de Sin en el lugar habían
sido destruídos, probablemente para que no queden rastros de su permanencia en
una instalación para dementes. Todo esto lo reportaron a Steve Rogers y Sharon
Carter, que se encontraban en la base de los Secret Avengers.
El
juicio se acercaba y Fausto quería un trato con Steve Rogers; pero, este le dio
dos opciones: o testificaba en el juicio, con lo cual Steve se comprometía a
filtar un informe de SHIELD donde se decía que traicionó a Red Skull y eso
ayudó a evitar el asesinato del Presidente, lo que le garantizaría indulgencia
a cualquier acusación que le hicieran después; o, no testificaba y Steve lo
implicaba en el intento de Red Skull para matar al Presidente, con lo cual
sería procesado y condenado a muerte por sedición.
Mientras
tanto, Sin tenía pesadilas acerca del rechazo de su padre por no haber sido
hombre y cómo ella había jurado superarlo. Cuando despertó, Hombre Maestro le
contó que ya había cumplido con lo que le había pedido, filtrando un video
trucado, aparentemente grabado antes que Bucky se convirtiese en el nuevo
Capitán América y en el que ella
aseguraba que el joven era un agente de su padre y que la intención final del
plan de Red Skull, no era matar al Presidente, sino tener su propio Capitán
América.
Y
justo fue esa nueva evidencia, la que pretendió presentar el fiscal Blake
Towers en el inicio del juicio sin jurado y sin la presencia de cámaras, ante
la protesta de la defensa, que recién se enteraba de la existencia del video,
que ya estaba siendo transmitido en todos los medios, empeorando la situación
de Bucky. En el receso, Steve y Bernie analizaban los hechos y ella le decía
que era importante encontrar a Sin antes que las cosas se pongan aún peor.
Ante
tales “revelaciones”, ahora incluso los guardias se ponían agresivos con Bucky,
uno de los cuales lo golpeó con su macana; pero, este se contuvo de responder
al ataque, para no empeorar las cosas. Entretanto, Falcon buscaba pistas sobre
la ubicación de Sin y Hombre Maestro, Lo
que no sabía Falcon es que ellos estaban desembarcando junto a la Estatua de la
Libertad en New York, llevando un cargamento de explosivos.
Poco
después, Falcon y la Viuda Negra caían en una trampa tendida por Hombre
Maestro, con un falso soplo sobre su escondite en una instalación junto a los
muelles de la ciudad, mientras el juicio avanzaba con los testigos convocados
por la fiscalía, cuyos testimonios se esforzaba en rebatir la abogada
Rosenthal, como los de un ex – agente de la KGB, uno de los soldados del
General Lukin o incluso Norman Osborn, quien aseguró que Nick Fury y Tony Stark
destruyeron los archivos que SHIELD tenía sobre Bucky, a petición de Steve
Rogers, a lo que Bernie refutó, indicando que Osborn tenía un historial de
internamientos por sufrir delirios.
Luego,
le tocó subir al estrado al Dr. Fausto como testigo de la defensa, ante lo cual
protestó Towers por tratarse de un fugitivo y Rosenthal le contestó que este
llevaba preso ya 3 días. Fausto dijo que aunque primitivo, el método de los
rusos resultó muy efectivo para convertir a Bucky en un soldado maleable, que
lo único que recordaba de su vida anterior era su entrenamiento y que por lo
tanto, no era responsable por sus actos, pues ese “mérito” les correpondía a
sus programadores. Y para comprobarlo, Fausto sugestionó al fiscal Towers,
induciéndolo a que ataque al alguacil de la corte con el martillo del juez, lo
que en efecto hizo, hasta que le dijo que parase, para estupor de todos los
presentes y congoja del fiscal, que no entendía lo que le había pasado.
Sin
embargo, no hubo mucho tiempo para reflexionar sobre lo que había ocurrido,
pues un agresor armado con una pistola con balas explosivas, irrumpió en la
sala y pronunció una frase en alemán, procediendo entonces a disparar y habría
acabado con el fiscal Towers, de no ser por la acción refleja de Bucky que lo
apartó, mientras Steve Rogers e abalanzaba sobre el skinhead, hasta
inhabilitarlo y desarmarlo. El hombre dijo que iba en nombre de la nueva Red
Skull y que tenía algo en su bolsillo para entregarles.
El
juez dispuso que acusadores y defensa pasaran a su despacho. Allí, el juez
agradeció a Steve y a Bucky por sus reflejos, lo que fue replicado por Towers.
Steve indicó al juez que el arma era de una especie de plástico y que por eso
pasó los controles. Luego, vieron la cinta de video en la que Sin proponía el
canje del nuevo Capitán América por sus dos prisioneros, alertando que la
Estatua de la Libertad estaba llena de explosivos, que serían detonados si
Bucky no aparecía o si alguien más intentaba una misión de rescate.
Bucky
pidió al juez permiso para ir; pero, el juez le recordó que estaba detenido y
Towers opinó que bien podía tratarse de un plan de fuga. Steve se ofreció ir,
mientras el juez ordenaba el transporte de Bucky a su celda en la Penitenciaría
Seagate. En camino a la prisión, Fausto ofreció ayudar a Bucky y dio la orden a
los guardias del camión de transporte para que detuvieran el vehículo y dejaran
ir al joven.
Mientras,
en la Estatua de la Libertad, Sin preparaba su propio espectáculo televisivo,
interrumpiendo la señal de los canales de TV y empezando a transmitir; pero, la
señal se interrumpió bruscamente, cuando el escudo del Capitán América destrozó
los equipos de transmisión. Sin se escabulló, mientras el Hombre Maestro se
lanzaba sobre el héroe, atacándolo salvajemente, sin darle tiempo a reaccionar;
pero, justo en ese momento, llegaron Steve Rogers y Sharon Carter, dándole un
respiro a Bucky y permitiendo que el joven vaya tras Sin y a rescatar a Falcon
y la Viuda Negra.
Bucky
subió por el interior de la Estatua hasta lo más alto, donde lo esperaba Sin,
quien lo recibió con balas explosivas que lo sacaron de balance y le rompieron
varias costillas, aunque hizo un esfuerzo y siguió adelante. Mientras tanto,
Sin activaba los explosivos y se ponía una mochila cohete para huir, mientras
se despedía de Falcon y la Viuda Negra.
Antes
de que Sin saliera, Bucky llegó y lanzó su escudo cortando las amarras de
Natasha Romanoff, justo en el momento en que la hija de Red Skull volaba el ojo
izquierdo de la Estatua de la Libertad y la onda explosiva lanzó por los aires
al Capitán América, que cayó contra una de las paredes; pero, el joven
reaccionó y se lanzó sobre Sin, alcannzándola cuando alzaba el vuelo, aunque no
logró sostenerse porque ella le disparó y el héroe cayó hacia una muerte
segura, siendo salvado con las justas por Falcon. Mientras tanto, Sin
desapareció.
Calmadas
las cosas, todos recriminaron a Bucky, porque al escapar de su encierro, había
caído en la trampa de Sin y bien podría haber empeorado su situación, ya de por
sí endeble. La Viuda Negra les hizo notar que las bombas instaladas por Sin no
habían estallado, pues ella nunca había activado los temporizadores, por lo que
definitivamente, era un plan para exponer a Bucky.
Al
día siguiente, el juicio continuaba y el juez recriminaba a Bucky y le
recordaba que se le había prohibido actuar y que si bien había obrado en bien
general, eso no afectaría la sentencia que la sala dictara. Luego, vinieron los
alegatos finales, presentando primero el suyo la abogada Rosenthal, recalcando
que Bucky no era responsable de sus actos como Soldado de Invierno; mientras
que, el fiscal Towers habló sobre la responsabilidad de los llamados
superhéroes y se preguntó, cuándo algo era culpa de ellos, pues parecía que la ley
no se ajustaba o aplicaba a sus actividades y que ya había muerto gente por eso
y la única explicación que se daba era “no fui yo, fue un skrull” o “me
controlaban mentalmente”. Se preguntó entonces si alguna vez se los declararía
culpables.
Bucky
se levantó en ese momento, a pesar de los reclamos de Bernie y dijo que Towers
tenía razón y que ya era hora de que alguien asumiera su responsabilidad, por
lo que decidió declararse culpable. Ante esto, el juez procedió a dictar
sentencia. El juez dijo que él debía valorar todo lo que había escuchado: las
acusaciones en contra de Bucky; su accionar como Capitán América; la prueba
dada por el Dr. Fausto; y, finalmente, su valentía para declararse culpable,
cosa que pocos harían. El juez le impuso una condena de 20 años; pero, la
conmutó por el tiempo que Bucky había pasado en prisión. Finalmente, dijo que
no sabía si Bucky merecía ser el Capitán América; pero, lo que si sabía, es que
no merecía estar en prisión.
Todo
era júbilo; pero, esa alegría se diluyó, al aparecer en la corte el embajador
ruso, acusando a Bucky de crímenes contra el estado y exigiendo llevárselo a su
país. Pero eso… ya es otra historia.
Esta
historia fue publicada en formato comic grapa por Peru21 y también por Panini.
Imagen cortesía de colección privada.
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