HULK: TERROR EN EL LUNA
PARK.
Esta
historia fue publicada originalmente en Hulk Magazine # 11 USA (1978) y fue
realizada por Doug Moench (guión) y Ron Wilson con Fran Matera (arte).
Era
una cálida tarde de verano y el pequeño Todd Gregory se ilusionaba al ver la
llegada del circo y los juegos mecánicos a las afueras del pueblo. Junto a su
perro Jip, soñaba con subir a todas las atracciones y comer algodón de azúcar y
hot dogs. Sin embargo, en el fondo de su corazón, sabía que eso no sería
posible y eso ensombrecía su alegría.
En
eso, alcanzó a ver pasar una sombra cerca de él. Era un monstruo de piel verde
que avanzaba hacia el recinto ferial y decidió seguirlo. El monstruo no era
otro que Hulk, que se encontraba extrañado de ver todas esas estructuras a su
paso y al curiosear, terminó derribando torpemente un andamio en el que había
herramientas, pintura y una lámpara encendida, lo que causó un incendio que ocasionó
daños en la montaña rusa. Hulk optó por irse, pues el lugar ya no le
interesaba.
Cuando
los trabajadores del lugar acudieron, solo encontraron al pequeño Todd a quien
le echaron la culpa de lo ocurrido, a pesar de que él negaba ser el causante y
advertía que había sido un monstruo; pero, nadie le creyó y mucho menos el Sr.
Torrance, el dueño de la Feria, que lo llevó en su vehículo hasta la casa del
chico y reclamó por lo ocurrido a sus padres y los amenazó con una demanda
judicial.
Una
vez que Torrance se fue, el padre de Todd reaccionó furioso y le dio una paliza
al chico, argumentando que estaba cansado de los problemas en los que lo metía.
La madre de Todd quiso detenerlo; pero, el hombre la golpeó también. Ya en su
cuarto, el niño terminaría durmiéndose, cansado de tanto llorar.
Mientras
tanto, en algún lugar, la calma volvía a Hulk, que se desvanecía y volvía a
convertirse en Bruce Banner. Al día siguiente, Banner despertó creyendo oír el
llanto de un niño y siguiendo el sonido, llegó hasta donde estaba Todd, sentado
al borde de una colina desde la que se veía el recinto ferial. Banner se
presentó y el niño le contó lo que había pasado y cómo había sido castigado
porque nadie le había creído que el culpable de todo había sido un gigante
verde. Banner se preocupó por haber sido el causante de parte los problemas del
chico y le ofreció llevarlo esa misma noche al circo y a los juegos. La alegría
volvió a los ojos de Todd, que se despidió de Banner para verse más tarde.
Para
cumplir su promesa, Banner no solo necesitaba ropa nueva, sino también un
trabajo y bajó hacia el recinto ferial, donde habló con Torrance, quien le dijo
que fuese hacia a la carpa más cercana, en la que hallaría ropa de trabajo. En
el interior, Banner fue maltratado por Bruno, el hombre fuerte del circo, que
lo trató como si fuera un don nadie. Coco el payaso, que estaba maquillándose,
se disculpó, diciendo que Bruno era un hombre que había crecido en medio de
maltratos y que solo sabía expresarse así. Luego, le señaló a Banner el sitio
donde había ropa.
Mientras
trabajaba en la reparación de los daños causados por Hulk, Banner preguntó a
los obreros si habían visto lo ocurrido, todos dijeron que habían visto al
chico junto al fuego; pero, no el momento en que se inició. Al anochecer,
Banner se encontró con Todd y lo llevó a todos los juegos, gastándose todo el
salario del día.
Al
final, fueron a la función del circo; aunque justo en ese momento llamaron a
Bruce para apoyar en la jaula de los leones y fue con Todd. Allí, se encontraron
con Torrance y cuando este reconoció al chico, quiso agredirlo, lo que fue
impedido por Banner, que empezó a forcejear con el empresario; pero, al darse
cuenta que iba a convertirse en Hulk escapó para esconderse.
Ya
transformado en Hulk, empezó a vagar por el recinto ferial y fue visto por
Torrance, quien comprendió en ese momento que lo que decía el chico era cierto
y de inmediato acudió a su gente para atrapar al monstruo. Para ese momento,
Hulk había llegado a la carpa del circo, donde al principio el público pensó
que era parte del espectáculo; pero, al ver que agredía a Bruno y luchaba con
los leones, la gente huyó del lugar.
Fuera
de la carpa, Torrance y su gente esperaban a Hulk con una gran red con la que
lo atraparon; pero, el coloso verde la rompió. Torrance sacó una pistola en el
mismo momento en que Todd regresaba en busca de Banner y se interpuso para
impedir que le dispararan. Hulk pareció reconocer al niño, lo tomó en sus
brazos y se lo llevó, dejándolo en la colina cercana.
Cuando
Todd llegó a su casa, ya era tarde. Con suerte, su padre no lo golpeó; pero, lo
castigó con un encierro en su cuarto durante una semana. Mientras tanto y para
no dar mayores explicaciones a la policía local, Torrance afirmó que lo de Hulk
había sido parte del espectáculo; pero ahora, él estaba obsesionado con
capturar al monstruo para exhibirlo y ganar dinero, así que dio ordenes a su
gente de buscar al chico.
Todd
se había escapado de su casa, saliendo por la ventana de su cuarto y volvió a
su refugio de siempre, la colina que daba hacia el recinto ferial. Allí, lo
encontró uno de los hombres de Torrance, que le dijo que si quería, lo llevaba
con Bruce Banner que estaba abajo, en una de las carpas. El niño asintió y fue
con el hombre, aunque este no lo llevó con Banner, sino con Torrance, que
quería usar a Todd como cebo para atraer y atrapar a Hulk, a lo que el niño se
negó.
Torrance
golpeó al niño, lo que fue visto por Bruce Banner que llegaba en ese momento y
la ira lo transformó en Hulk, que empezó a causar destrozos en el recinto
ferial. Mientras tanto, los padres de Todd se habían dado cuenta que el chico
no estaba en la casa y salieron a buscarlo, asumiendo que lo encontrarían en el
recinto ferial.
Hulk
subió de un salto a lo alto de la montaña rusa, desde donde gritaba exigiendo
que le dijeran dónde estaba el niño o lo destrozaría todo. Torrance dio
entonces la orden de enviar los carros de la montaña rusa vacíos, para que
atropellaran a Hulk; pero, el coloso verde los destruyó y al ver que el empresario
llevaba al niño, bajó de un salto. Temeroso, Torrance le entregó a Todd.
Hulk
había prometido a Torrance que no le haría daño; pero, furioso como estaba, lo
lanzó de un manotón contra un carro patrulla de la policía que llegaba en ese
momento. Preocupado por lo que pasaba, Coco el payaso había advertido a la
policía, cuyos agentes detuvieron a Torrance para que diera explicaciones sobre
lo ocurrido, ya que era claro que Hulk no era parte del espectáculo.
Hulk
se fue dando un poderoso salto y cayó justo delante del carro de los padres de
Todd. El coloso verde pensó que iban a agredirlo; pero, el niño le advirtió que
se trataba de sus padres y entonces, Hulk les entregó a Todd, no sin antes
advertir al padre del chico que lo trataran bien, pues alguien le había estado
haciendo daño y lo reforzó con un golpe que abolló el auto. Luego, se fue.
El
padre de Todd abrazó al niño y prometió mejorar y de ser el caso, buscar
tratamiento para alejar al monstruo en que se había convertido.
Esta
historia fue publicada en español en formato comic grapa formato tabloide por
Carvajal S.A. Publicaciones de Colombia para Latinoamérica en 1980. Imagen
cortesía de colección privada.
Como
dato especial, hay que indicar que de Carvajal S.A., llegaron al menos dos
publicaciones tamaño tabloide (la de Hulk reseñada aquí y una de Spiderman
equivalente a dos números de Peter Parker Spectacular Spiderman) y dos en
formato tomo (1 de Hulk correspondiente a números de Tales to Astonish y 1 de
Spiderman correspondiente a los primeros números de Peter Parker Spectacular
Spiderman y de Marvel Team Up).
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