HISTORIAS JAMÁS
CONTADAS DE LOS 4 FANTÁSTICOS: LOS STORMS.
Antes
de los 4 Fantásticos, sus integrantes tenían sus propias vidas y como se ve en
esta historia, vivieron más de una aventura sin sus poderes. Publicada
originalmente como “Before the Fantastic Four: The Storms” # 1 al 3 USA
(Diciembre del 2000 a Febrero del 2001) y fue realizada por Terry Kavanagh (guión),
Charlie Adlard (arte) y Christie Scheele (color).
Todo
empezó años atrás en el área residencial de Long Island. El Profesor Henry
Brandeis, especialista en Religión Comparada de la Universidad Empire State, se
encontraba en su estudio ubicado en su casa, revisando un misterioso medallón
con una rara inscripción que aparentemente avisaba de algún peligro y que se
calentaba al tacto.
Mientras
tanto, en una casa vecina, la joven Sue Storm discutía con su hermano menor, el
adolescente de 15 años Johnny, que deliraba por los autos y las chicas y se
pasaba buena parte de su tiempo arreglando coches y buscando la forma de
perfeccionarlos. Esa noche, había cena con la tía Mary y ambos debían estar
puntuales, algo que no caracterizaba precisamente al joven Storm.
En
eso, llegó Cammy Brandeis, hija del Profesor Henry y amiga de Sue (y por quien
Johnny suspiraba, aunque ella lo rechazaba por la “abismal” diferencia de ser
un año mayor que él), quejándose de lo fastidioso que era tener en casa la
visita de su tío el Arqueólogo Max Parrish. Cammy buscaba animar a Sue a salir
con unos amigos, cuando Johnny sintió un olor a quemado y todos vieron
horrorizados, como salía una humareda de la casa de los Brandeis.
Cuando
llegaron los bomberos y los policías, se encontraron con la sorpresa que la
casa no había ardido, aunque el cuerpo de Brandeis había quedado reducido a
cenizas, en un aparente caso de combustión espontánea. Lo que les llamó la
atención, es que no había una fuente aparente de calor y más bien hacía un frío
inusual, mayor de lo que marcaba el termómetro. Mientras tanto, eu un barco de
lujo, el misterioso Conde St. Germaine era el objeto de las miradas curiosas de
los demás pasajeros, que murmuraban las leyendas tejidas alrededor de él, entre
ellas, aquellas que aseguraban que había sido testigos de distintos episodios
de la humanidad desde siglos atrás.
Johnny
Storm había conseguido colarse sin ser visto, al estudio del Profesor Brandeis
y fue testigo del asombro de los policías, mientras lo observaba todo, oculto
en el interior de una antigua armadura. Cuando se quedó solo en la habitación,
salió y tomo en sus manos el medallón y luego lo dejó guardado, para dirigirse
a su casa al darse cuenta que llegaría tarde para la cena con su tía Mary.
Días
después, los Storms acudían al sepelio del Profesor Brandeis, al que también
asistió el Conde St. Germaine. En eso, Johnny notó que uno de los bolsillos de
su terno humeaba y al revisarlo, se encontró inexplicablemente con el medallón
(el mismo que él estaba seguro de haber dejado guardado en el escritorio del
estudio de Brandeis), lo cual fue notado por St. Germaine.
Mientras
empezaba a llover, Johnny intentó salir del cementerio sin ser notado; pero,
fue visto por St. Germaine quien también salió y desde su vehículo emitió una
orden telepática y un grupo de zombies apareció, con la consigna de encontrar
al joven, matarlo y recuperar el medallón; pero, se encontraron con Sue, que
buscaba a su hermano, que se dejó caer desde lo alto de un árbol y entre los
dos consiguieron derribar a algunos de los extraños seres ansiosos por
encontrar lo que llamaron “el medallón de Z”. Sin embargo, son muchos para los
jóvenes hermanos; pero, la providencia hace que aparezca el tío Max y también
Cammy, que llega manejando un auto al cual se suben los hermanos Storm y Max y
emprenden la huída, tomando Sue el volante.
El
auto de Cammy empieza a ser perseguido por el Bentley negro del Conde St.
Germaine; pero, una audaz y peligrosa maniobra hecha por Sue, impulsada por una
voz que en un principio creyó que era de Johnny, que implicó un giro
vertiginoso y cruzar una vía férrea por la que se acercaba un tren, les
permitió dejar atrás a su perseguidor. Al ocurrir esto, St. Germaine grita y a miles
de kilómetros de distancia, en otro continente, un ser que personifica el
horror y que yace enterrado hace mucho tiempo em el lugar que gobernó, también
grita.
Ya
en lugar aparentemente seguro, decidieron separarse. Max Parrish iría con el
medallón a la delegación de policía más cercana, mientras los chicos
regresarían a sus casas. Al llegar al vecindario en Long Island, los jóvenes
notaron que el Bentley negro de St. Germaine y sus zombies, estaban fuera de la
casa de Cammy, así que optaron por bajarse del vehículo a cierta distancia y
entrar lo más sigilosamente posible a la casa de los Storms, donde aprovecharon
para cambiarse de ropa. Johnny está en su habitación y abre un cajón para
buscar algo, ¡encontrándose con la sorpresa de que el medallón está allí! En
eso, llega Max, quien regresó al darse cuenta de que el medallón había
desaparecido de su bolsillo y sugirió a los jóvenes salir del lugar e ir al
despacho de Henry Brandeis en la Universidad Empire State, para ver si entre
los documentos del profesor hay algo que pueda darles pistas sobre lo que está
pasando.
Mientras
Sue y Cammy esperan en el vehículo en un lugar cercano, Johnny y Max buscan
burlar las seguridades de una de las ventanas en el edificio de la Universidad
en la que se encuentra la oficina de Brandeis. Johnny usa sus habilidades para
puentear la alarma, dejando un libro colocado como cuña para que no se active e
ingresa y le abre la puerta a Max. Sin embargo, lo poco que llegan a averiguar
usando la computadora de la oficina de Brandeis es la identidad de St. Germaine
y su carácter de leyenda en varios países. En eso, el libro que servía de cuña
en la ventana, se suelta y cae sobre Cammy y Johnny se da cuenta de que los
zombies de St. Germaine han aparecido.
St.
Germaine observa los hechos a distancia, mientras sus zombies atacan a Max y a
los jóvenes y augura que el medallón pronto será suyo. En eso, empieza a
convulsionarse u su rostro cambia, influenciado por el ser que lo domina y que
le dice que el medallón debe ser suyo… ¡ahora!
En
el campus universitario, Max arrancha el medallón a Johnny para dar tiempo a
que los chicos escapen. Los zombies se abalanzan sobre él, solo para darse
cuenta que el medallón ha desaparecido y piensan que incluso puede habérselo
tragado y están a punto de abrirlo en dos, cuando llega Sue portando un arma de
juguete; pero, los zombies se dan cuenta y cuando todo parece perdido, llega la
policía, cuyos disparos ahuyentan a los que ellos creen que son roqueros. Sue
recrimina a Max por haberse arriesgado a que los zombies se lleven el medallón;
pero, él le contesta que para ese momento, el medallón ya debía estar de
regreso en las manos de Johnny.
Y
así era, Johnny tenía consigo de nuevo el medallón y se encontraba reparando el
auto de Cammy que había sufrido una avería, mientras ella revisaba el libro que
había caído en su regazo y usando lo poco de latín que había aprendido de su
padre, logra averiguar que el medallón tiene un origen infernal y que pertenece
al demonio Z y tanto ella como el joven Storm, notan que al libro (que Johnny
había visto antes en la casa de Brandeis junto al medallón), le falta una
página, como si la hubieran arrancado. Lo que a Johnny le preocupaba ahora, era
que el libro que tenía Cammy en sus manos, no era el mismo que él había puesto
como cuña en la ventana. Era claro que la situación se ponía cada vez más rara.
Esa
página, la había arrancado Max, quien ahora se encontraba en su departamento
con Sue y revisaba el documento con tanta atención, que ella recordó a alguien
que había conocido hace poco y por el cuál había sentido una gran atracción:
Reed Richards. Max pidió a Sue que llamara a Cammy al teléfono de su auto, para
que los alcanzaran en su departamento y de allí tomar una decisión. Misteriosamente, una forma espectral pareció
mostrarse al mismo tiempo, frente a Cammy y Johnny y a Sue y Max.
Cuando
estuvieron todos juntos, se aprestaron a bajar y salir del edificio; pero, se
encontraron con St. Germaine y sus zombies. Todos se sorprendieron cuando St.
Germaine dio la orden a sus zombies de recuperar el medallón así sea sobre los
cadáveres de Max y los jóvenes, para ser entregado a su amo… ¡Drácula! Mientras
decía esto, el rostro y cuerpo de St. Germaine se desfiguraba.
Max
buscó ganar algo de tiempo apagando las luces; pero, con un gesto de las manos
de St. Germaine hizo que se volvieran a encender. El breve lapso, basto, sin
embargo, para que Sue y Cammy entraran al ascensor para huir llevándose el
medallón, para ganar algo de tiempo para Johnny y Max, aunque ella sabía lo que
pasaría con el objeto. St. Germaine gritó que le devolvieran el medallón de
Zarath (por fin iba tomando nombre) y destrozó la puerta del ascensor, aunque
las chicas habían salido por la trampilla del techo y subido a la terraza del
edificio, donde las alcanzó el malvado Conde, que crecía de tamaño hasta medir
varios metros, absorbiendo masa de su entorno.
La
treta de Sue había tenido éxito, pues Johnny y Max estaban ya en la calle,
subiendo al vehículo de Cammy y el medallón había regresado al bolsillo del
joven. Max meditaba la forma en la que podrían vencer a St. Germaine y fue
entonces que recordó que el día en que lo vieron en el cementerio empezó a
llover y el Conde no siguió a Johnny personalmente, sino que se refugió en su
vehículo, por lo cual debía tener debilidad ante el agua. Entonces, apareció
ante ellos Zarathos, el espíritu de la venganza, diciéndoles que eso no
bastaría pues faltaba un arma y venía a reclamar unirse con Johnny, pues el
medallón había mostrado afinidad con él y eso lo sabía Max, que había leído la
página arrancada.
Sin
embargo, Max no quería arriesgar a Johnny; pero, este dijo que no había otra
forma de ayudar a su hermana y a Cammy, por lo que Max empezó el ritual de
unión, aunque en el último momento, arranchó el medallón de las manos del joven
y fue él quien se convirtió en Ghost Rider y el auto de la amiga de los Storm
se convirtió en su infernal motocicleta. De inmediato, acudió al rescate y
salvó a Cammy de caer al vacío, luego de que el monstruoso St. Germaine la
lanzara de un golpe y al atravesar el cuerpo del gigante, hizo que este soltara
a Sue.
El
monstruo empezó a seguir a Ghost Rider sobre los edificios, para intentar tomar
el medallón; pero, este lo esquivó y giró a una señal de Johnny para dirigirse
hacia un tanque de agua, el cuál destrozó y su contenido cayó sobre St.
Germaine, convirtiéndolo en una masa de barro; mientras, a la distancia,
Drácula lanzaba un grito sordo. Luego, Ghost Rider quiso irse; pero, Cammy, Sue
y Johnny lo cercaron para que liberara a Max, a lo que se negó; pero, un ágil
salto de Johnny hizo que pudiera arrancar el medallón del frente de la moto, lo
que hizo que Zarathos desapareciera y dejara a Max, mientras la moto,
transformada nuevamente en el auto de Cammy, se estrellaba en la calle, varios
pisos más abajo.
Días
después, todos se encontraban en el cementerio, para rendir un homenaje al
Profesor Brandeis y Max se ofrecía a acompañar a Cammy y su madre, para
apoyarlas durante un tiempo. Sue y Johnny reforzaban sus lazos como hermanos y
ella se aprestaba a probar suerte en la actuación, aunque el destino les tenía
preparado algo más a ambos.
Este
comic fue publicado en español en formato comic grapa de 72 páginas por
Editorial Forum en el 2002. Imagen cortesía de colección privada.
¡EL COMIC ES CULTURA Y
EDUCACIÓN!
Comic Club de Guayaquil… ¡de Guayaquil
para el mundo entero!
Facebook: Comic Club de
Guayaquil
COMICCLUBGYE en Youtube
Twitter: @COMICCLUBGYE
No hay comentarios:
Publicar un comentario