EL USO DEL COMIC COMO
MOTIVADOR PARA LA CIUDADANÍA.
El
comic es, de hecho, una obra artístico-literaria considerada como el Noveno Arte, aunque hay quienes lo
desprecian con términos como comiquitas
o muñequitos o simplemente
calificándolo como “cosas de niños”;
sin embargo de lo cual, es innegable que esa combinación de ilustraciones y
diálogos que invitan a entrar a un mundo donde todo puede ocurrir, consiguen
captar la atención hacia un medio con un enorme potencial por su capacidad para
entretener, comunicar y narrar cualquier tipo de historias, no solo de los
Superhéroes al estilo USA, que es apenas uno de los tantos géneros y
sub-géneros que el comic puede abarcar, desde historias para niños hasta hechos
y tragedias reales.
De
hecho, las posibilidades del comic son tan grandes que, a decir de Rafael De La Iglesia, coleccionista,
crítico, traductor y editor de comics como los que publicó Sticker Design en
Argentina años atrás, en el universo de la historieta, su “centro está en todas
partes y su límite en ninguna”.
El
comic es entonces, un medio de comunicación de masas por excelencia, donde
tienen cabida la imaginación y el riesgo creativo, con un enorme potencial por
explotar, que en algunos países ha sido aprovechado para educar y culturizar.
Así,
por ejemplo, la Editorial Novaro de
México, contando con el respaldo del Ministerio de Cultura de dicho país,
desarrolló toda una línea de comics culturales, a más de los de
entretenimiento, con títulos como Joyas de la Mitología, Leyendas de América,
Vidas Ilustres, Vidas Ejemplares, etc.; Mao
Tsé Tung utilizó comics para difundir su Revolución Cultural; en EEUU, los personajes más populares, son
utilizados en campañas contra el SIDA, contra las minas antipersonales o en la
prevención de desastres, tanto en los propios comics, como en folletos o
diferentes publicaciones.
Un
ejemplo, es un comic corto de Superboy que fue desarrollado para un anuncio
institucional en 1949, con el fin de motivar a los jóvenes para formar parte
del voluntariado, cumpliendo tareas en beneficio de los demás, como un modo de
crear un mejor sitio para vivir.
Este
relato corto fue creado por Jack Schiff (guión), Win Mortimer (arte) y Bob Le
Rose (color) y mostraba a Superboy sirviendo de guía a un grupo de autoridades
municipales de otras ciudades, que habían llegado a Smallville para conocer las
ventajas del programa de voluntariado en jóvenes, algunos de los cuales
obtenían becas por su labor.
Unas
jóvenes preparaban ramos de flores para entregar a los pacientes de un
hospital, mientras otras se dedicaban a leerles algún libro; otra,
confeccionaba prendas para los niños de un hogar infantil; otro, se dedicaba a
entrenar a deportistas novatos; otros más, preparaban un programa de radio para
recaudar fondos para fines benéficos; y, había algunos que preparaban artículos
periodísticos especiales para el diario.
Este
comic fue publicado en español en formato tomo, como parte de “Las mejores
historias de la Edad Dorada jamás contadas” por Editora Zinco, en 1990. Imagen
cortesía de colección privada.
¡EL COMIC ES CULTURA Y
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