SPIDERMAN: LA ÚLTIMA CACERÍA DE KRAVEN.
Esta
historia se narró en 6 partes, que abarcaron los 3 títulos arácnidos de la
época, en Web of Spiderman # 31 y 32 USA, The Amazing Spiderman # 293 y 294 USA
y Peter Parker: Spectacular Spiderman # 131 y 132 USA (Octubre – Noviembre de
1987), realizados por J.M. DeMatteis (guión), Mike Zeck (arte), Bob McLeod (tintas)
y Janet Jackson (color).
La
decisión de casar a Peter Parker con Mary Jane Watson, había puesto a Marvel de
cabeza y al editor de entonces, Jim Salicrup, le tocó el esfuerzo titánico de
coordinar todo, incluyendo el cambio en los equipos artísticos de cada título y
el de la línea argumental que se manejaría por el cambio en la vida del
protagonista. Por lo pronto, se necesitaba de una historia que diera el tiempo
suficiente para estos cambios y ahí fue que se hizo uso de una historia
planteada por J.M. DeMatteis.
Mientras
trabajaba para DC, el guionista DeMatteis había propuesto el planteamiento de
una historia, primero para Wonder Woman y luego para Batman; pero, que la
editora rechazó porque significaba enterrar al héroe protagonista. Aún faltaban
varios años para que en DC se atrevieran a matar y enterrar a Superman y que
alguien más ocupara su lugar.
La
trama fue entonces aceptada para Spiderman y como el enemigo que daría el gran
golpe, DeMatteis escogió a uno clásico, aunque siempre había tenido un rol
bastante secundario: Kraven el cazador. DeMatteis investigó la historia del
personaje y eso le permitió plantear que Sergei Kravinoff era un hijo de la
antigua Rusia, que bordeaba los 60 años, aunque se mantenía joven y vital por
sus pócimas; pero, se encontraba muy cansado y solo le quedaba algo a lo que
aspirar, el trofeo de caza que siempre lo había eludido: Spiderman.
Sergei
Kravinoff jamás había conseguido encontrar dignidad ni honor en la civilización
humana y por ello, siempre había preferido lo primitivo, la selva, la cacería. Kraven
solo veía honor en la caza. Para él, la humanidad se había corrompido desde la
caída de la Rusia zarista, lo que había significado la decadencia de sus padres
y que tuviesen que emigrar a USA setenta años atrás. Pero ahora, sentía que su
final se acercaba, pues aunque sus pócimas y rituales lo mantenían físicamente
joven, su espíritu decaía ante lo que él consideraba la decadencia de la
sociedad. Sin embargo, aún no debía morir, pues aún faltaba algo, mientras sostenía
una réplica del traje de Spiderman.
Afuera,
alguien cavaba una tumba. Kraven inició un nuevo ritual, sumergiéndose incluso
en medio de miles de arañas, a las que empezó a devorar; mientras que, en su
departamento, Peter Parker sufría una pesadilla y despertaba asustado,
sintiendo como si algo corriera sobre él, como si no pudiese respirar, por lo
que decidió salir a columpiarse entre los edificios.
En
otro lugar, alguien seguía cavando una tumba, en medio de la lluvia torrencial.
Spiderman recorría la ciudad en medio de la noche y no podía evitar esa
sensación como de escuchar tambores en su cerebro. ¡Tambores de caza! Los
escalofríos recorrían su cuerpo. Y en algún lugar, alguien cavaba una tumba.
Spiderman
sintió el zumbido de su sentido arácnido que le advertía del peligro y pudo
eludir varios dardos que impactaron en un letrero cercano, aunque no pudo
evitarlos todos y uno le dio, empezando a sentir que sus músculos se
engarrotaban. Vio entonces a Kraven y no pudo evitar que este lo golpeara e hiciera
caer hasta una cornisa más abajo, tras lo cual cayó sobre él una red, de la que
no pudo librarse. Kraven apareció ante él y sin mediar palabra alguna, con una
extraña expresión en su rostro no habitual en él, disparó contra Spiderman.
Poco
después, Spiderman era enterrado por Kraven y varios asistentes, en medio de
una tormenta. El cazador dejó escapar una risa macabra. Más tarde, una figura
observaba una lápida que decía “Aquí yace Spiderman asesinado por el Cazador”.
La figura parecía ser el propio Spiderman; pero, resultó ser Kraven
personificándolo y al quitarse la máscara, soltó una risa macabra, tras lo cual
regresó a su casa para continuar con su ritual, pues si bien había acabado con
Spiderman, ahora tenía que ser la araña misma, absorber su esencia.
En
la ciudad, se cernía una nueva amenaza desde las alcantarillas, pues el hambre
del ser conocido como Alimaña, que parecía recordar haber sido un hombre tiempo
atrás, hizo que este extraño ser capturara a una joven mujer que huía del azote
de la lluvia y que terminó siendo devorada por él y las ratas que lo
acompañaban.
Mientras
tanto, Mary Jane se desesperaba porque pasaban las horas y no tenía noticias de
Peter. Como un mal presagio, apareció una rata en el departamento y ella la
siguió hasta matarla, para luego, sin pensarlo mucho, salir a la calle en medio
de la lluvia, con la esperanza de quizás encontrar a su marido; pero, con lo
que se encontró, fue con un par de acosadores que la empezaron a perseguir y
cuando ya creía que todo estaba perdido, apareció “Spiderman”, que los golpeó
con tal salvajismo, que era claro que no se trataba de Peter, a menos que su
esposo hubiese enloquecido.
Entretanto,
en las alcantarillas, Alimaña sentía la presencia de aquel que le había hecho
daño, Spiderman, y pensó en salir en su busca, demostrando que no le tenía
miedo; pero, en el último momento, al ver una araña en la tapa de la cloaca,
temió y regresó al refugio que le brindaba la oscuridad y la inmundicia del
alcantarillado. Luego, se animó, salió y capturó a otra “presa”.
La
noticia empezó a regarse pronto. Por un lado, en la ciudad había aparecido un
asesino caníbal que ya llevaba varias víctimas y que incluso había atacado a
dos policías que iban en un patrullero, uno de los cuales murió; y, por otro,
un furioso “Spiderman” recorría las calles haciendo justicia y acababa de
desbaratar a una banda de narcotraficantes, que quedaron malheridos, excepto
uno que murió y evitando la circulación de al menos medio millón de dólares en
heroína.
En
otro lugar y sobre la tumba de Spiderman, las arañas empezaban a juntarse.
Mientras tanto, Kraven se preparaba para enfrentar como Spiderman a la bestia
que moraba en las alcantarillas y Alimaña empezaba a presentir que algo lo
amenazaba. Poco después, “Spiderman” se presentaba en las alcantarillas ante el
temeroso Alimaña, que aún así, se defendió salvajemente, como una fiera
arrinconada, aunque al final prevaleció la experiencia del cazador, que lo dejó
inconsciente y se lo llevó a su santuario, para encerrarlo y usarlo para sus
propios fines.
En
la tumba de Spiderman, las arañas se alteraban y una mano salía de entre la
tierra, emergiendo un aturdido héroe arácnido, que se debatía en su interior,
entre emerger y vivir o dejarse morir, pues había sido derrotado y enterrado
vivo, pues Kraven había usado unas balas especiales que lo mantuvieron en un
estado de animación suspendida. Con dificultad, llegó a la casa de Kraven,
donde al ver los diarios, se dio cuenta del tiempo que había transcurrido. ¡Dos
semanas!
Tan
pronto como se sintió más despejado, Spiderman fue en busca de Mary Jane; pero,
pese a los ruegos de ella, no se quedó, pues Kraven había usurpado su lugar e
incluso había matado en su nombre. Kraven lo esperaba confiado, pues sabía que
Spiderman regresaría y se dejó golpear, pues total, ya había ganado: había
“matado” a Spiderman, lo había enterrado y había ocupado su lugar. Y si lo
había dejado vivir, era tan solo para que supiera quien lo hizo y demostrarle
que él era superior. Luego, Kraven se despojó del traje de Spiderman y se puso
uno de sus trajes de cazador, pidiéndole que lo acompañase a ver algo que tenía
que mostrarle.
Cuando
llegaron hasta donde Kraven tenía a Alimaña encerrado en una jaula
electrificada, le hizo ver a Sipderman que él había vencido solo al extraño
ser, cuando el arácnido había necesitado de la ayuda del Capitán América para
vencer. Ante Kraven, Alimaña era tan solo un ratón asustado. Spiderman se
enfureció y la respuesta de Kraven fue un gesto de afecto, tras lo cual, como
el juego no había terminado, abrió la jaula de Alimaña, incitándolo a hacerle
daño al arácnido, del mismo modo que este le había causado daño al extraño ser.
Alimaña
cayó sobre Spiderman con furia, quien algo aturdido aún, fue rápidamente
vencido y la bestia lo habría matado, de no ser porque Kraven lo acuchilló en
la mano y le dio la orden de irse. Luego, Kraven ayudó a un confundido
Spiderman a levantarse y le dijo que fuera tras Alimaña, pues estaba convencido
que el arácnido no lo dejaría seguir matando. Spiderman quería ajustar cuentas
con Kraven; pero, este le dio su palabra que desde esa misma noche, ya no
volvería a cazar y el arácnido sabía que el cazador era un hombre de palabra.
Luego
que Spiderman salió en busca de Alimaña, Kraven tomó su rifle y se voló la
cabeza. Al poco rato, llegó la policía, pues un informante anónimo había
avisado acerca de lo que pasaba y los agentes del orden pudieron encontrar toda
la evidencia (que el propio Kraven había dejado), que demostraba todo lo que
había hecho, exonerando así al héroe arácnido.
Mientras
tanto, Spiderman combatía con Alimaña, sintiendo el miedo que le había causado
la experiencia vivida, aunque tratando de hacer entrar en razón al extraño ser,
al que finalmente entregó a la policía. Más tarde, los sirvientes de Kraven
procedieron a llevar al cazador a su tumba.
Este
comic ha sido publicado en español en el Coleccionable Spiderman Vol. 2 # 4 y 5
de Editora Forum de España; en la colección 100% Marvel en formato HC de Panini
de España; entre otras. Portada del Coleccionable Spiderman Vol. 2 # 5 de
Editora Forum, que incluye los capítulos finales de “La última cacería de
Kraven”. Imagen cortesía de colección privada.
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