jueves, 29 de junio de 2017

TARZÁN VERSUS DEPREDADOR EN EL CENTRO DE LA TIERRA.


TARZÁN VERSUS DEPREDADOR EN EL CENTRO DE LA TIERRA.

“Pellucidar. Centro de la Tierra. Última muestra del bosque primitivo. Para Tarzán, Rey de la Selva, es tierra sagrada. Para los Depredadores, terreno de caza.” Este texto es parte de la presentación de “Tarzan vs Predator: At the earth’s core”, que Dark Horse publicó en forma de miniserie de 4 números (Enero a Junio de 1996), recopilada posteriormente en formato tomo.

Cuando Dark Horse adquirió los derechos de publicación de las creaciones de Edgar Rice Burroughs, el editor Mike Richardson se planteó la posibilidad de enfrentar a estos personajes y contactó a Walter Simonson y Lee Weeks, para que se hicieran cargo del guión y arte, respectivamente.

Tarzán había recibido un mensaje radial de emergencia indicando que algo estaba arrasando con los animales en Pellucidar y sus amigos David Innes y el inventor Abner Perry, estaban en grave peligro, si es que acaso no estaban muertos. De inmediato, procedió a disponer que todo se preparase para emprender una misión de rescate con los Waziris encabezados por el leal Muviro; y, obviamente, Jane no quiso quedarse atrás.

En eso, llegó un pequeño avión en el que viajaba Herrington Sneftly, enviado especial del Presidente de USA para reclutar a Tarzán en una misión de exploración, en busca de un objeto que aparentemente había caído en el Polo Norte. A Sneftly no le agradaba la idea de llevar a Tarzán, pues lo consideraba un salvaje y menos le agradó saber que el Hombre Mono llevaría a Muviro y varios guerreros waziris, así como a Jane. Tarzán le aseguró que los waziris demostrarían ser mejores que el mejor de los soldados. Además, Tarzán sabía que uno de los puntos de entrada a Pellucidar estaba justamente en el Polo Norte.

Cuando la expedición sobrevolaba el Polo Norte, la brújula enloqueció y un destello de luz dio paso a un cambio brusco del paisaje y de pronto, se hallaban sobre Pellucidar. Antes de aterrizar en un claro, pudieron ver los cadáveres de muchos animales en el área. Ya en tierra, Tarzán salió a explorar junto a los waziris, dejando a uno de ellos, Kintu,  cuidando a Jane. A Sneftly no le gustó que Tarzán diera órdenes, pues era él quien estaba al mando. Tarzán le contestó que se asegurase entonces de proteger bien el área.

Cuando Tarzán y los waziri encontraron el lugar donde estaban los restos de las grandes bestias de Pellucidar e incluso algunos humanos, notaron que no los habían matado por hambre, sino como un trofeo, pues todos carecían de cabeza. El Hombre Mono percibió un olor extraño, de algo que no pertenecía al lugar y al rato se alarmó, pues el viento traía ese mismo olor desde el campamento. Regresaron tan rápido como pudieron, encontrándose con la macabra escena de los soldados masacrados y descabezados y Kintu agonizante, manchado con lo que parecía ser la sangre de uno de los agresores. Sin embargo, no había rastro de Jane, Sneftly y algunos de los soldados.

Tras enterrar a los muertos, Tarzán y los waziris siguieron el rastro de los rehenes y sus captores, mismo que terminó en un área donde la maleza aparecía chamuscada, como si algo hubiera despegado de allí. Al seguir, fueron emboscados por los Sagoths, homínidos salvajes, enemigos de los humanos de Pellucidar. Curiosamente, los Sagoths llevaron a todos al Palacio Real de Pellucidar, donde los recibió su nuevo emperador Jason Gridley, quien aseguraba que David Innes había muerto y tenía como esclava a la esposa de este. Gridley condenó a los waziris a ser esclavos, mientras que a Tarzán lo condenó a muerte por intentar liberarse.

Mientras tanto, Jane y los demás habían sido llevados por sus captores hacia un campamento con extrañas edificaciones donde los encerraron.y luego empezaron a sacar uno a uno para usarlos como presas de caza, que era también el destino que le esperaba a Tarzán según lo dispuesto por Gridley, pues el Hombre Mono fue llevado del Palacio hacia un claro en un área boscosa, donde fue atado a un tronco.

Poco rato después, aparecieron varios de los Depredadores y uno de ellos cargó a Tarzán para llevarlo a otra parte; pero, en el camino fueron atacados por dos Tiranosaurios, aunque los seres acabaron rápidamente con ellos. El Hombre Mono quiso reaccionar; pero, uno de los seres le disparó un gas que lo dejó inconsciente.

Cuando Tarzán despertó, se encontró rodeado de calaveras, muchas de ellas de humanos, en una de las cuales estaba incrustada la navaja de uno de los seres y que le habían dejado su cuchillo. Tarzán no se explicaba esto y porqué no lo habían matado. El Hombre Mono dedujo no solo que los seres eran depredadores de otro mundo, que cazaban no por comida, sino por trofeos. Y ahora, Tarzán era su presa.

Al recorrer el área, el Hombre Mono se dio cuenta que algo no andaba bien y por precaución, lanzó una piedra a ver qué pasaba y esta terminó pulverizada. Los depredadores habían convertido el sitio en un área para cacería. Desafortunadamente para los extraños seres, su código de caza era un lenguaje muy familiar para Tarzán, quien empezó a preparar el lugar para crear ventajas que aprovechar.

Y así, cuando uno de los depredadores bajó de una nave, pronto cayó en una trampa tendida por Tarzán, que consiguió matarlo y se apoderó de sus armas que había podido ver cómo las usaban. Este hecho, causó gran conmoción en el campamento de los depredadores, varios de los cuales partieron en la nave, lo cual fue notado por los rehenes, entre ellos Sneftly y Jane, que se preguntaban qué ocurría.

Mientras tanto, en el Palacio Imperial de Pellucidar, el emperador Gridley interrogaba a uno de los waziris, tratando de averiguar el motivo por el que Tarzán había vuelto a Pellucidar y al no obtener respuesta del bravo guerrero, hizo que lo llevaran a un cuarto cercano, donde el hombre se asustó al ver lo que le esperaba y solo se oyeron sus gritos.

En el campamento, Jane se alegraba al ver que los seres traían el cadáver del cazador que había salido antes y asumió que el responsable era Tarzán. Sneftly quiso aprovechar la situación pata salvar su vida y le reveló a los seres que Jane era la esposa del hombre que había matado al depredador. Los seres parecieron entender lo que decía y llevaron al embajador a una celda aparte, donde también estaba encarcelado el desaparecido Abner Perry.

Afuera, en el coto de caza, Tarzán buscaba eludir a los depredadores y encontró una ciudad abandonada en la que se refugió y allí, pudo tenderles una nueva trampa, acabando con dos de los seres, usando las granadas del depredador al que había matado. Sin embargo, fue sorprendido por otro de los seres y cuando este estaba a punto de fulminarlo, una trampilla se abrió a los pies del Hombre Mono, que cayó en la misma, mientras una explosión acababa con el otro depredador.

Al recuperarse, Tarzán vio que quien lo había salvado era su amigo David Innes a quien todos daban por muerto. Innes había salido con un grupo de sus hombres a investigar el motivo de la muerte de los dinosaurios, cuando fueron emboscados por los Sagoths, que mataron a todos los acompañantes del Emperador de Pellucidar y a él lo capturaron y entregaron a los depredadores, que lo llevaron al coto de caza. Luego, mientras luchaba con uno de los monstruos, un paso en falso del extraterrestre hizo que cayera por un precipicio y aparentemente muriera, lo que Innes aprovechó para desgarrar sus ropas y mancharlas con su sangre, para que todos lo dieran por muerto.

Tarzán y David Innes se dedicaron entonces a cazar a los monstruos, usando las armas que habían conseguido capturar, hasta que llegaron al lugar donde los Depredadores tenían cautiva a Jane y a los demás. El Hombre Mono enfureció al sentir el olor de Jane y no encontrarla, por lo que arremetió contra el primer Depredador que vio y lo mató a pedradas. David Innes consiguió calmarlo y fueron en busca de Muviro y los waziris, que permanecían cautivos de los Sagoths y tras liberarlos, fueron al castillo, donde capturaron a Jason Gridley, quien al ser golpeado por Innes, pareció despertar de un trance y fue así como Tarzán se dio cuenta que detrás de todo también estaban los Mahar, extraños reptiles alados que habían evolucionado obteniendo grandes poderes mentales, que se deleitaban “consumiendo” los recuerdos de los humanos a los que capturaban o dominaban mentalmente, mientras que a otros los tenían como ganado para consumir su carne. Tiempo atrás, estos seres se habían apoderado de Pellucidar, teniendo dominados a los humanos y fueron justamente Tarzán y David Innes en su primera incursión al lugar, quienes los vencieron y aparentemente acabaron con todos.

Los Mahar tenían un cubículo en el Palacio de Pellucidar, al cual bajo su control, Jason Griedly les llevaba víctimas para que los seres se alimentaran de sus mentes. Detrás del cubículo, Tarzan y su grupo encontraron una salida secreta, que asumieron podría llevarlos a su guarida. Llegaron hasta un estanque y el grupo se sumergió allí, pues David Innes aseguraba que tenía salida en otro lado, donde probablemente los Mahar se alimentaban de humanos y Sagoths.

Al emerger al otro lado, Tarzan y su grupo encontraron a los Mahar concentrados en su comida, por lo que acabaron con ellos fácilmente, con excepción del líder, la Reina Mahar,  de mente muy poderosa, pero que fue aparentemente inutilizado por Innes al cubrirle los ojos. Mientras tanto, Tarzan encontró en una recámara del lugar al embajador Sneftly colgado y desangrándose. Antes de morir, Sneftly dijo que lo desangraban para alimentar a la Reina y confesó que había traicionado a todos e incluso les había entregado a Jane para ganar tiempo; además, que los Mahar y los Depredadores eran aliados y que los primeros les consiguen humanos y Sagoths que cazar.

Ya afuera, la Reina Mahar le dijo a Tarzan que no la matarían porque sabía cómo encontrar a Jane. En su desesperación, Tarzan se dejó seducir por el hablar pausado de la bestia y para cuando David Innes se dio cuenta, ya era muy tarde, pues el Hombre Mono y aquellos que habían estado bajo su control, atacaron y vencieron al resto. La Reina Mahar hizo pasar entonces a Jane y declaró a la pareja los nuevos Emperadores de Pellucidar, con los que crearía una dinastía que perduraría por siempre, con el apoyo de los Sagoths y los humanos controlados. El monstruoso ser había ubicado a Jason Griedly como Emperador mientras se aseguraba que David Innes había muerto; pero, ahora, con Tarzan, se aseguraba de tener a alguien que haría a un lado a los Depredadores.

Una vez sentado en rl trono imperial de Pellucidar, Tarzan dispuso que perdonaría la vida de David Innes y Muviro por su lealtad y sus servicios prestados. Al primero, sin embargo, lo condenó a ser arrastrado por todo Pellucidar para que sirviera de lección a quienes intentasen rebelarse; mientras que, al segundo, le ordenó ir con los Sagoths en busca de las armas que habían dejado en los aviones y que les ayudarían a enfrentar a los Depredadores. Si Muviro no iba, Tarzan le dijo que lo mataría y luego, terminó diciendo algo que sorprendió al jefe waziri, “que les diera a los Sagoths un festín Sagoth”, lo que le dio a entender que al menos en parte, el Hombre Mono estaba consciente de sus actos.

Al llegar al lugar donde estaban las armas, los Sagoths tuvieron temor de que las bestias aladas se los comieran. Muviro y sus hombres tomaron varias armas e intentaron explicar a los Sagoths la verdad de lo que ocurría, haciéndoles saber cómo habían sido utilizados por la Reina Mahar y esta les había pagado devorando a los suyos, cuyos huesos estaban en los calabozos secretos del Palacio Imperial, por lo que había que vengarse. Los Sagoths no querían creerlo y uno de ellos se lanzó sobre Muviro, que lo mató de un disparo y los demás, temerosos,  aceptaron ayudar. Cuando volvieron al Palacio y bajaron a los calabozos, vieron en el estanque que Muviro tenía razón.

En eso, bajó al estanque la Reina Mahar que iba a devorar los cuerpos de Griedly y su esposa. Los Sagoths se lanzaron sobre la bestia para matarla, mientras los demás se encargaban de contener a Tarzan y Jane. Al morir la Reina Mahar, los que estaban bajo su hechizo despertaron y tras devolver a David Innes el trono de Emperador, se lanzaron a cazar a los Depredadores y con ayuda de los Sagoths, pronto cayó el primero, que fue dejado a la vista para que lo vieran sus compañeros.

Cuando los demás Depredadores llegaron y vieron el cadáver, su líder activó la cuenta regresiva del dispositivo explosivo en su brazo. Poco después, el grupo de Depredadores se dirigió a su campamento y lo encontraron en llamas y con los cuerpos colgados de sus compañeros. El líder adelantó el contador del explosivo y dispuso se dirigieran a su nave, donde se sorprendieron al escuchar un estruendo y vieron acercarse a humanos y Sagoths dirigidos por Tarzan, montando sobre Glifos (una especie de Triceratops), que se dirigían hacia ellos.. El líder apuntó con su arma al Hombre Mono; pero, reconociendo que había sido un rival a la altura, cerró las compuertas de la nave, al tiempo que esta era golpeada por los Glifos y arrastrada hacia un precipicio, donde estalló sin hacer daño.

Poco después Tarzan y sus aliados volvían a su hogar, dejando Pellucidar al cuidado de su amigo David Innes. Quizás los Depredadores habrían aprendido la lección y ya no volverían.

Esta historia fue publicada en español en formato tomo por Editorial Vid. Imagen cortesía de colección privada.

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