En la llamada Era de Plata de los
comics, antes que las Crisis en las Tierras Infinitas lo cambiaran todo, eran
muy comunes las historias imaginarias.
Una de estas historias, ambientada
en el futuro, era la de los hijos de los dos más grandes héroes de DC, Superman
y Batman, que habían crecido casi como hermanos; pero, con las obvias
diferencias en su crianza por los caracteres de sus padres.
Así, Superman hijo era un joven
bondadoso que había crecido creyendo como su padre en las posibilidades de la
humanidad y en la bondad y valores inherentes en la misma; mientras, Batman
hijo, por el contrario, veía la maldad y oscuridad que son parte de ella.
Los hijos habían crecido y era ya
la hora de independizarse y de tomar la posta del manto de sus padres, que ya
estaban prestos a jubilarse; pero, el joven Clark terminaba perdiendo sus
poderes, ante lo cual, Supeman padre recurría a la tecnología kryptoniana para
cederle sus poderes a su hijo.
La historia agradó, pues las
aventuras de los jóvenes héroes pasaron a contarse en uno de los tantos títulos
de Superman de la época. Superman y Batman finalmente se jubilaban, dando paso
a sus hijos, que recorrerían USA resolviendo juntos varios casos.
Era algo típico en estos comics el
hecho de que en las portadas y en la primera página interior, aparecían los
padres como intentando guiar a sus hijos o apartarlos de algún peligro, aunque
no aparecían en la historia.
Imagen cortesía de colección
privada.
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