Guayaquil y Quito realizan convenciones y ferias para fomentar la lectura y la afición.
Antecedentes
La caricatura es el elemento básico del cómic. Las primeras tiras cómicas de difusión masiva aparecieron en los años 40, en EE.UU. y Asia. En América Latina, Kaliman, Mafalda, El Eternauta y Condorito son algunos de los exponentes del cómic.
El 5 de mayo se celebra el Día del Cómic en Guayaquil.
El cómic es un arte que busca nuevos espacios de difusión. En Quito y Guayaquil existen agrupaciones que trabajan para lograrlo como es el caso del Club de Cómic Ichibán, de la capital, que con 9 años a cuestas, cuenta con 20 integrantes que promocionan sus actividades.
En el local de exposiciones que mantienen en el barrio de La Vicentina (centro) y que abre solo el sábado, Edwin Vallejo, integrante del club, recuerda que “al inicio nos reunimos para conversar de lo que se estaba haciendo y de lo que se podía hacer”.
Entre revistas y juegos procedentes de diversas partes del mundo se destacan algunos clásicos como Superman, y otros muy nuevos como las tiras de ánime. “Los dibujos japoneses fueron nuestra inspiración, queríamos saber más y conocerlos mejor”, explica Vallejo.
Aunque existen otros grupos de aficionados en cafeterías -como el Café Libro y en universidades, Ichibán -que significa el primero y el mejor en japonés-, este es el único grupo que continúa con la recopilación e intercambio de material, la edición de cómics propios y la organización de eventos. Sin embargo, no tienen mucho contacto con grupos de Guayaquil, Ambato y Riobamba.
Oswaldo Araujo, quien preside la organización, indica que su labor ahora es “organizar exposiciones y concursos de cómics”.
Actividades que realizan también los miembros del
Cómic Club de Guayaquil. Alfredo García, vicepresidente, define como pioneros a los aficionados que tuvieron la intención de retomar la lectura de revistas como se hacía en los años 80.
En la foto: Lex Campusano, Carlos Verdesoto “Harold”, Mauricio Gil y Alfredo García planifican las actividades del Cómic Club en Guayaquil.
Según García, pasaron 22 años para que el Ecuador sea considerado como un mercado productor, incluso “existen editoras que aún no lo ven como válido”.
Por eso sus esfuerzos están encaminados a la organización de convenciones y a impulsar este arte. Además, invitan a los artistas nuevos para que promocionen sus trabajos.
"Los niños son los que más se interesan en los eventos, más aún cuando ven a un dibujante en el proceso de creación"
Gustavo Ruilova, Mauricio Gil, Eduardo Oneto, Melvin Hoyos y Roberto Illingworth fueron los que iniciaron el grupo; sin embargo, algunos ya no participan. Mauricio Gil, secretario y tesorero, indica que durante una actividad relacionada con este arte de los estudiantes de la Universidad Casa Grande hace cinco años, los invitaron a exponer y desde ahí no pararon.
El cómic es una afición de alto presupuesto. Según García, una figura de acción puede costar desde los US $ 25 hasta miles de dólares.
Melvin Hoyos, considerado en su medio como uno de los más grandes coleccionistas de cómic en Latinoamérica, posee 28.000 revistas y desconoce a cuánto asciende el monto de su colección. El arquitecto recuerda que fue su padre quien le regaló el primer ejemplar. “Era de Tarzán y yo apenas tenía cinco años”.
Pero también trae contratiempos al interior de las familias, aunque García afirma que “cada uno sabe hasta dónde gasta”. Ese no es el caso de Javier Celi, quien debió esconder las revistas que compraba por su alto costo.
Lex Campuzano cuenta aún con emoción cuando adquirió la Superman azul, que en la oscuridad es fosforescente, y que le supuso invertir un cuarto de su sueldo.
Mayo será el mes del cómic por eso los grupos programan diversas actividades. “Cada año el Comic Club hace más eventos porque la gente está cambiando su visión de nuestro arte. El año pasado a la Plaza Colón fueron 21 mil personas”.
Pero Gil apunta que a pesar de ser un arte incomprendido, ahora la gente está valorando su producción nacional. Para Carlos Verdesoto “Harold”, la tecnología permite trabajar en computadoras, pero siempre lo elemental es el dibujo inicial con lápiz”.
Se destacan trabajos como el de Kléber Flores en las publicaciones históricas de la Dirección de Promoción Cívica de la Municipalidad de Guayaquil. “Es un proyecto laborioso porque contribuye a la comprensión rápida de la historia”, dice Flores.
La entidad cuenta con una Comicteca donde la ciudadanía, en especial los niños y jóvenes, tiene acceso a material relacionado. Además, el Comic Club planea la creación de una escuela de cómic como un reconociento a este arte que trabaja por reafirmarse.
Análisis
ARQ. MELVIN HOYOS
Director de Promoción Cívica de la Municipalidad de Guayaquil
Resucitar el cómic ecuatoriano
Hace más de cinco años Oswaldo Molestina abrió la tienda Toys & Comics. A partir de ahí se consolidó la afición hasta la creación del Cómic Club.
Para resucitar la actividad se creó el Programa Memorias guayaquileñas, de la Dirección de Promoción Cívica de la Municipalidad de Guayaquil, con el fin de contribuir con la difusión de la historia de la urbe. Kléber Flores, Eddy Vivar y Adrián Peñaherrera dieron forma a cinco revistas, ya en circulación: Historia de la Fundación de Guayaquil, La vida de Vicente Rocafuerte,
La vida de José Joaquín de Olmedo y El ataque pirata de 1824.
Además, está por circular la Leyenda de Guayaquil, que será distribuida en mayo. Las revistas, de las que se editaron 10.000 ejemplares por cada una, se distribuyen en las estaciones de la metrovía. El cómic es un medio efectivo para la difusión de los contenidos culturales.
Infórmate
Comic Club de Guayaquil Teléfonos: 098477670 y 098875088 Correo electrónico: ecuadorcomic@yahoo.com - info@comicclub.org. Página web: www.comicclub.org.
Publicado: El Telegrafo, el 30 de abril del 2008.
Web: http://www.telegrafo.com.ec/sociedad/tendencias/noticia/archive/sociedad/tendencias/2008/04/30/El-c_F300_mic-se-afianza-en-el-pa_ED00_s.aspx
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