En la ciudad está una de las colecciones más grandes de cómics que hay en el mundo. Treinta mil libros. La tiene el director de la Biblioteca Municipal, Melvin Hoyos, quien desde que era un niño prefería un cómic que un programa de televisión. En ese entonces, jamás pensó que el primer cómic de Superman o de Batman que todavía están en su casa, llegarían a valer entre $ 18.000 y $ 25.000.
Paco Pincai, Jose Daniel Santibáñez y Kléber Flórez entre otros, son exponentes en la ciudad de este arte que no es exclusivamente para los niños sino para todos y pretende retratar la sociedad, unos con historias que evocan el heroísmo y otros en cambio el realismo.
Imagen: Juan Pueblo: Su nombre es Juan y se entiende que su apellido es Pueblo. Nació hace tres años con la inaguración de la primera convención nacional del cómic en Guayaquil. Ahora aparece para la celebración de la tercera edición del evento, sin embargo, ya no lo vemos abriéndose la camisa al estilo Superman sino que todo su cuerpo está vestido con los colores de la bandera de la ciudad. Su estilo es moderno, fresco y limpio. Es más tipo dibujo animado con manos y pies grandes, y cuerpo delgado.
Ellos han sido lectores compulsivos de las historietas que vendían en Guayaquil en los años 80, además de ser coleccionistas y creadores de las propias. Incluso saben de memoria algunos diálogos entre sus héroes. Dice Pincai: Cuando Batman se encontró con Superman le dijo que era muy fácil mover los dedos y hacer que un edificio se cayera mientras que él se rompía los huesos para salvar a un niño, pues Superman siempre le ha criticado a Batman la violencia innecesaria para llevar a cabo sus planes.
Mientras Pincai recuerda este episodio, Hoyos coordina la convención nacional de cómic que está a un día de realizarse, pues aún es 1 de agosto. La tercera edición de este evento se llevó a cabo en la plaza Colón en Guayaquil del 2 al 5 de agosto, en la cual los visitantes fueron testigos de los cómics en blanco y negro y a color, el homenaje que se le rindió a Walt Disney en sus 60 años, los cómic manga y las grandes colecciones de cómic en inglés y español.
Sobre el cómic en español, el arquitecto Alfredo García comenta que entre 1950 y 1983 los guayaquileños leían todos los que llegaban al país. En 1985 dejaron de llegar a Ecuador como consecuencia de la quiebra que tuvo la editorial mexicana Novaru, encargada en la época de traer estas historietas para la venta. Veinte años después, nuevamente retoma este arte y se crea el cómic club de Guayaquil y en el 2005 ingresan otra vez, las historias en español, se realiza la primera convención nacional de cómic y se editan revistas sobre el tema.
Durante mucho tiempo se creyó que este era un género dirigido y exclusivo solo para la infancia y la adolescencia, por eso "en 1954 se creó el "cómic code" que regulaba el contenido de estos, pues los temas de violencia, sexo y drogas podían perturbar a niños y jóvenes, grandes consumidores del cómic", agrega García.
Sin embargo, nos damos cuenta que hay cómic para niños, jóvenes, adultos, intelectuales, incluso para quienes les gustan los contenidos fuerte cuyos temas son relacionados con el sexo. En Guayaquil desde hace dos meses, la biblioteca municipal abrió un espacio para la lectura recreativa o de cómic, a través de la comiteca que funciona de lunes a viernes desde las 12:30 hasta las 16:30. "Nos ha sorprendido la respuesta de la gente, pues entre 300 a 400 visitan el lugar, principalmente entre los 15 y 25 años de edad, no les importa si es en el suelo, pues no hay suficientes sillas", sostiene Hoyos.
La dirección de cultura cívica del Municipio a cargo de Hoyos viene realizando cómic sobre la fundación de Guayaquil, del cual se entregaron 10.000 a los ciudadanos, así como de otras historias culturales con personajes representativos de la ciudad, pues el fin es posicionar el cómic como un recurso de educación y diversión, agrega.
En Europa y otros países ya han hecho este tipo de experimentos y ha funcionado, por ejemplo Mao Tseo en China.
"A la sociedad guayaquileña le gusta mucho el cómic, siempre que abre el diario espera encontrar la secuencia de todo, cuando va hacia el trabajo no piensan en su jefe sino en un ogro, pues vive creando ficciones y películas en su mente, le gusta buscar revistas nuevas, ir al cine, todo el tiempo anda buscando cómo escapar del tedio, además de la necesidad de identificarse", explica Pincai.
En la publicidad también es un recurso que se viene usando con fuerza para posicionar y promocionar productos y marcas, en este momento existen dos campañas en Latinoamérica, en las que usaron a la Mujer Maravilla para para anunciar una nueva marca de celular y a Speede González para anunciar una marca de zapatos. Hasta en el arte, "lo pudimos ver en la obra ganadora del Salón de Julio", agrega Pincai.
Santibáñez señala que en la ciudad hay proyectos independientes para la creación de cómic, sin embargo, resulta difícil dedicarse solo a la producción de estos porque como no hay industria es imposible vivir de este arte, por eso se reduce a un hobbie. No obstante, resalta que hay mucho talento en las nuevas generaciones. Como profesor de la UEES de la cátedra Comunicación Secuencial afirma que la gente le interesa realizar cómic.
Cabe destacar, dice Santibáñez que el cómic cuando se usa como una herramienta educativa cae en el error de colocar en 32 páginas la información que aparece en un gran libro de historia, lo que hace textos muy largos acompañados de dibujos y esa no es la finalidad. "Para educar gente hay que hacer productos que no parezcan educativos sino recreativos. Cómic más pausados y menos cargados de texto", agrega.
HISTORIA
Para hablar de los orígenes del cómic, tenemos que hablar inevitablemente de su significado. En palabras de Hoyos, "el cómic se define como el arte secuencial texturizado o viñetado donde el tiempo se detiene. Sin embargo, al observar la secuencia de los textos, el tiempo empieza a adquirir sentido y movimiento. Visto desde este concepto podemos afirmar que el cómic inició desde que existen los jeroglíficos y a partir de aquí ha estado presente en los vitrales de las catedrales góticas de la Edad Media y en las viñetas de los periódicos alemanes hace 200 años cuando contaban historias muy ingenuas e infantiles".
Asimismo, no podemos olvidar que en la sociedad americana el cómic se desarrolló a gran escala. En Norteamérica, considerada como la cuna del cómic, hombres como Hearst y Pulitzer, dos magnates de la prensa, en su lucha por captar nuevos lectores, comenzaron a organizar su propio equipo de dibujantes.
Una de las primeras páginas de historietas del mundo aparecio el 9 de abril de 1893, en la cual se hicieron algunos experimentos con el color, y Outcault creo a "Yellow Kid" , personaje que reflejaba la vida de aquellos que hacían parte de las bajas esferas de la sociedad, convirtiéndose así en la principal atracción del diario. En 1897 produce para el "New York Herald", un nuevo personaje, "Buster Brown" pero de la clase alta.
El 12 de diciembre de 1897 apareció el dibujo de Rudolph Dirks "Katzenjammer kids", conocido como "El capitán y los pilluelos", se consideró como la primera historieta verdadera, pues introdujo el óvalo para encerrar el diálogo y le dio más dinamismo al dibujo. En 1904 en el diario "American", Clare Briggs, dibujó una tira diaria, cuyo protagonista era A. Piker Clerk, aficionado a las carreras de caballos.
En 1938 nacen Flash, la Mujer Maravilla, el Fantasma, Superman y un par de años después, Batman. Estos personajes, según los expertos estarían condenados a desaparecer rápidamente, sin embargo no fue así, pero tuvieron que adaptar sus historias al público infantil, en el cual tuvo mayor éxito.
Al mismo tiempo, personajes que fueron famosos como dibujos animados, también tendrían su aparición en las historietas como El gato Félix, de P. Sullivan (en 1923), "Betty Boop", de D. Fleisher, en 1925, "Mickey Mouse" en 1930 y "Donald Duck", los dos de Walt Disney en 1934.
En 1950 llega la serie "Charlie Brown", de Schulz, con sus personajes "Peanuts", "Lucy", y, sobre todo, "Snoopy". En el ano 1973 llega "Hagar the Horrible", conocido aquí como "Olaf El Vikingo", creado por Dik Browne.
EN ECUADOR
En realidad podríamos decir que la historia del cómic comenzó con la afición de muchos jóvenes guayaquileños hace 30 ó 40 años aproximadamente, por leer y coleccionar cómic, los cuales se conseguían en todos los puntos de la ciudad. Hoy estas personas son quienes promueven el acercamiento al cómic.
En 1989 comienza a circular la revista "Secreciones del Mojigato", una selección de historieta negra ecuatoriana. Posteriormente, en la revista de rock "Traffic", Villacís desarrolla 2 historietas: "Dock Tirres" y "Las aventuras de la T mutante". En 1992 aparecen 3 números de "Ficcinica", a cargo de José Daniel Santibáñez. En 1993 Bonilla lanza el libro de cómics "Privatofalia", en 1997 publican la revista "El Webo", y, en 1998, la revista "Xox".
Actualmente, el Presidente del Cómic Club menciona tres revistas importantes especializadas en el género como son Leyendas, la cual nació por iniciativa del Cómic Club, con la idea de ilustrar leyendas del país para que cada vez sean más los jóvenes que conozcan la tradición, la otra es Vídeo Game, cuyo primer ejemplar salió en mayo de este año. Se publica mensualmente. Son 6.000 ejemplares que se distribuyen en el país. Y finalmente está el cómic del Municipio sobre la Fundación de Guayaquil.
"Bueno, la producción de historietas es un poco pobre en nuestra ciudad, porque es un producto no conocido ni tampoco explotado en relación con otros países, los ecuatorianos no aprovechamos el talento interior , inclusive sabiendo que tenemos calidad y cantidad como para aprovechar este tipo de arte", dice Kléber Flores.
MANGA
Según Eddy Vivar, ilustrador de manga en Guayaquil, explica que este género ha tenido mucho éxito porque convierte las labores cotidianas en aventuras y sus personajes tienen los problemas de cualquier individuo. Su lectura es a la inversa, pues proviene de la cultura japonesa. La última página es la primera y viceversa. Los rasgos del rostro son finos y caricaturescos, tienen ojos grandes y boca chiquita. "Un ilustrador de manga estudia 10 años en Japón. De manera que tiene mucha perfección", agrega Pincai.
EL NEGOCIO DEL CÓMIC
La importadora Puntocómic lleva 3 años trayendo cómic desde Argentina. En el 2006 distribuyó 38.000 libros y en el 2007, ha distribuido 25.000, principalmente en Guayaquil y Quito, dice Rocío de Andrade, gerenta comercial. Librería Clásica Moderna importó en el 2006, $ 30.000 en libros y en el corrido del 2007 ha distribuido $ 60.000 en libros. La ciudad donde más se comercializa es en Guayaquil.Los cómics que despiertan mayor interés son Spiderman, Batman, el Capitán América, y el manga.
Publicado: El Expreso, el 5 de Agosto del 2007
Web: http://www.expreso.ec/SEMANA/html/notas.asp?codigo=2007080513103
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