sábado, 6 de enero de 2018

SPIDERMAN: BRAZOS ARMADOS.


SPIDERMAN: BRAZOS ARMADOS.

Esta historia fue publicada originalmente en The Amazing Spiderman # 296 y 297 USA (Enero – Febrero de 1988), realizada por David Michelinie (guión), Alex Saviuk (arte), Vince Colletta (tinta) y Bob Sharen (color).

Otto Octavius, el Dr. Octopus, no había sido visto desde la batalla de bandas contra el Búho en Peter Parker The Spectacular Spiderman # 75 y 76 USA (Febrero – Marzo de 1983), cuando Black Cat resulta herida de gravedad y el héroe arácnido le arranca los brazos metálicos al villano, causándole inmenso dolor, debido a su vínculo mental con los apéndices metálicos. Octopus fue en busca de venganza contra Black Cat en Peter Parker The Spectacular Spiderman # 80 USA (Junio de 1983); pero, fue vencido y humillado por el arácnido en tal forma, que le hizo ver que el villano jamás sería capaz de vencerlo.

Esto generó un trauma sicológico en Octavius, que ahora recibía tratamiento en un Instituto Siquiátrico al Sur de Brooklyn, estando a cargo del Dr. Jefferson, quien lo sometía a una terapia de sueño. Jefferson pensaba que en esencia, Octavius no tenía la culpa de que el accidente que sufrió y creó un lazo psiónico con los brazos metálicos, lo haya trastornado y convertido en villano, teniendo esperanzas de que su tratamiento resultara y pudiera recuperarlo totalmente. Tras lo ocurrido con Spiderman, Octavius entraba en estado catatónico cada vez que recordaba su peor temor: el héroe arácnido.

Bajo el tratamiento de Jefferson, Octavius entraba en fase R.E.M y empezaba a soñar. De pronto, se veía triunfante ante Spiderman; pero, al poco rato, el arácnido aparecía amenazante y lo humillaba. El sueño, pasaba a ser pesadilla y Octavius se agitaba; mientras que, sus brazos metálicos, que se encontraban en un contenedor de adamantium y con fuerte resguardo, empezaban a agitarse. Cuando la pesadilla arreciaba, Octavius se despertó gritando y el Dr. Jefferson corrió hacia él, que lo abrazó llorando como un niño pequeño, mientras confesaba que se sentía dividido, pues por un lado, deseaba volver a ser el buen hombre que siempre fue; pero, por el otro, solo deseaba acabar con Spiderman.

Al día siguiente, usando drogas experimentales, Octavius fue sedado, esperando el Dr. Jefferson obtener lecturas que le permitan encontrar la clave para la siguiente sesión y hallar una cura para Octopus. Sin embargo, el sueño fue peor, pues ahora veía hombres y mujeres araña por todas partes, lo que lo hizo huir, hasta que cayó en una red formada por una amenazadora araña gigante, que lo atrapó. Octavius empezó a agitarse en su sueño que ya era pesadilla, al igual que sus brazos mecánicos en el sitio donde eran contenidos, aunque esta vez lograron soltarse y salieron del lugar oculto bajo tierra, rompiendo paredes, losas y pavimento y empezando a causar destrozos en las calles.

Spiderman pasaba por el lugar justo en ese momento, mientras buscaba algo que fotografiar, para poder venderle imágenes al Daily Bugle, cuando vio el caos y destrozos causados por los brazos metálicos, que al no tener inteligencia artificial, arrasaban con todo a su paso, sin distinción, siguiendo solo la orden de ir en busca de su amo, así que el héroe se dedicó a salvar a los transeúntes.

Cuando los brazos llegaron a su destino, Octavius gritó desesperado, pues no quería volver a su vida criminal, aunque estos tenían la orden de protegerlo y de inmediato establecieron conexión física con él, al ajustarse el arnés. Octavius seguía con miedo, hasta que los guardias entraron disparando y entonces reaccionó, volviendo a ser Octopus y acusó a todos de haberlo estado engañando, tras lo cual escapó, rompiendo la pared con sus brazos metálicos. Cuando Spiderman llegó, el villano ya tenía varios minutos de haberse ido.

Octopus fue en busca de su antigua banda; pero, cuando lo vieron, se burlaron de él, pues no querían trabajar con alguien que se desmayaba al ver a Spiderman. Furioso, destrozó un vehículo que estaba en el lugar ante sus antiguos secuaces, quienes temerosos, aceptaron unirse nuevamente a él. Mientras tanto, Spiderman trataba de seguirle la pista a Octopus, aunque no encontrana nada, así que fue a hablar con Kathryn Cushing del Daily Bugle, para convencerla de ayudarlo a publicar una nota que atraiga al villano y aunque a la editora no le convencía la idea al principio, al recordar que ella misma fue raptada por Octavius tiempo atrás, aceptó.

Luego, Spiderman habló con el Dr. Jefferson, quien confiaba en poder ayudar a rehabilitarse a Octavius e hizo todo lo posible, por lo cual, el plan del arácnido de engañar al villano para capturarlo, no lo convencía, aunque al fnal aceptó, pues nada se podría hacer por él, mientras anduviese suelto.

Y así, salió una nota en el Daily Bugle, que decía que Jefferson contaría todo acerca de Octopus, lo que enfureció al villano, que fue a buscarlo al Instituto Siquiátrico; pero, la policía y Spiderman aparecieron en ese momento. Al ver al arácnido, Octopus se quedó congelado, no así sus brazos metálicos, que reaccionaron destrozando todo alrededor para proteger a su amo y empezaron a seguir a Spiderman, hasta que el héroe rompió una tubería que conducía vapor muy caliente, y lo lanzó contra el villano, reaccionando entonces los tentáculos y escapando para que Octavius no sufriera daño alguno.

De regreso en su guarida, Octopus meditaba y se daba cuenta que mientras Spiderman rondara por New York, a él le sería imposible retomar su carrera criminal, así que debía buscar una forma diferente de eliminar al arácnido y definitivamente, esa forma era… ¡acabando con la ciudad! Para ello, tras matar al piloto que no accedió a trabajar para él, Octopus robó un helicóptero, se dirigió a una instalación militar, de donde se llevó un contenedor con bacterias que se usan para la fabricación de armas biológicas.

Al enterarse por un boletín de prensa, Spiderman se dedicó a recorrer los bajos fondos de la ciudad, atemorizando a todos los soplones hasta conseguir averiguar el paradero de Octopus, quien para ese momento, disponía que partiera el helicóptero hacia Manhattan, donde la nave soltaría el contenido del contenedor tan pronto como él diera la orden, acabando con al menos ocho millones de personas, entre ellos el héroe arácnido. El villano se encontraba en un lugar totalmente sellado y asegurado, donde no les afectaría la bacteria.

Spiderman irrumpió en el lugar rompiendo la ventana y Octopus volvió a quedarse congelado, mientras el arácnido iba tras los secuaces del villano, a uno de los cuales exigió que diera la orden de interrumpir el ataque; pero, este contestó que no podía, pues la operación se manejaba por códigos y el único que los conocía era Octavius, que seguía en trance.

Spiderman necesitaba sacar a Octopus del trance, aunque para ello, debía pasar por entre los brazos metálicos, que no dejaban de lanzar golpes a diestra y siniestra para protegerlo. El arácnido comprendió finalmente que posiblemente la mejor forma de despertar al villano, sería dejándose golpear por los tentáculos, lo cual no le causaba mucha gracia. Tras dejarse golpear la primera vez, los brazos consiguieron asestar otro golpe a Spiderman y uno de los secuaces de Octopus gritó que este estaba venciendo al arácnido, lo que hizo que el villano saliera del trance y al estar consciente, sus golpes fueron más certeros, lo que obligó al héroe a intentar huir.

Octopus siguió a Spiderman hasta el techo del edificio y siguió golpeándolo, pues el héroe estaba aturdido y no podía eludir los golpes, hasta que el villano lo cogió entre sus brazos metálicos, dispuesto a lanzar a su enemigo al vacío. Fue entonces que Spiderman le dijo que si iba a acabar con él, ya no tenía sentido que hiciera daño a la ciudad, lo que llevó a que el villano reflexionara y abortara el ataque. Luego, le dijo a Spiderman que no tenía sentido rematarlo, pues así como él había vivido su humillación, ahora le tocaba al héroe vivir sabiendo que Octopus lo había humillado, tras lo cual lo dejó y se fue.

Spiderman no tenía fuerzas para seguir a Octopus, así que optó por volver a casa a descansar. Para muchos, probablemente Spiderman simplemente había perdido en su combate con el villano; pero, para él, tan solo había hecho lo que pudo para salvar a su ciudad y con eso, se conformaba.

Este comic ha sido publicado en español en el Coleccionable Spiderman Vol. 2 # 6 y 7 de Editora Forum de España, cuyas portadas adjuntamos. Imagen cortesía de colección privada.

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