viernes, 24 de junio de 2016

HISTORIAS JAMÁS CONTADAS DE LOS 4 FANTÁSTICOS: LOS STORMS.


HISTORIAS JAMÁS CONTADAS DE LOS 4 FANTÁSTICOS: LOS STORMS.

Antes de los 4 Fantásticos, sus integrantes tenían sus propias vidas y como se ve en esta historia, vivieron más de una aventura sin sus poderes. Publicada originalmente como “Before the Fantastic Four: The Storms” # 1 al 3 USA (Diciembre del 2000 a Febrero del 2001) y fue realizada por Terry Kavanagh (guión), Charlie Adlard (arte) y Christie Scheele (color).

Todo empezó años atrás en el área residencial de Long Island. El Profesor Henry Brandeis, especialista en Religión Comparada de la Universidad Empire State, se encontraba en su estudio ubicado en su casa, revisando un misterioso medallón con una rara inscripción que aparentemente avisaba de algún peligro y que se calentaba al tacto.

Mientras tanto, en una casa vecina, la joven Sue Storm discutía con su hermano menor, el adolescente de 15 años Johnny, que deliraba por los autos y las chicas y se pasaba buena parte de su tiempo arreglando coches y buscando la forma de perfeccionarlos. Esa noche, había cena con la tía Mary y ambos debían estar puntuales, algo que no caracterizaba precisamente al joven Storm.

En eso, llegó Cammy Brandeis, hija del Profesor Henry y amiga de Sue (y por quien Johnny suspiraba, aunque ella lo rechazaba por la “abismal” diferencia de ser un año mayor que él), quejándose de lo fastidioso que era tener en casa la visita de su tío el Arqueólogo Max Parrish. Cammy buscaba animar a Sue a salir con unos amigos, cuando Johnny sintió un olor a quemado y todos vieron horrorizados, como salía una humareda de la casa de los Brandeis.

Cuando llegaron los bomberos y los policías, se encontraron con la sorpresa que la casa no había ardido, aunque el cuerpo de Brandeis había quedado reducido a cenizas, en un aparente caso de combustión espontánea. Lo que les llamó la atención, es que no había una fuente aparente de calor y más bien hacía un frío inusual, mayor de lo que marcaba el termómetro. Mientras tanto, eu un barco de lujo, el misterioso Conde St. Germaine era el objeto de las miradas curiosas de los demás pasajeros, que murmuraban las leyendas tejidas alrededor de él, entre ellas, aquellas que aseguraban que había sido testigos de distintos episodios de la humanidad desde siglos atrás.

Johnny Storm había conseguido colarse sin ser visto, al estudio del Profesor Brandeis y fue testigo del asombro de los policías, mientras lo observaba todo, oculto en el interior de una antigua armadura. Cuando se quedó solo en la habitación, salió y tomo en sus manos el medallón y luego lo dejó guardado, para dirigirse a su casa al darse cuenta que llegaría tarde para la cena con su tía Mary.

Días después, los Storms acudían al sepelio del Profesor Brandeis, al que también asistió el Conde St. Germaine. En eso, Johnny notó que uno de los bolsillos de su terno humeaba y al revisarlo, se encontró inexplicablemente con el medallón (el mismo que él estaba seguro de haber dejado guardado en el escritorio del estudio de Brandeis), lo cual fue notado por St. Germaine.

Mientras empezaba a llover, Johnny intentó salir del cementerio sin ser notado; pero, fue visto por St. Germaine quien también salió y desde su vehículo emitió una orden telepática y un grupo de zombies apareció, con la consigna de encontrar al joven, matarlo y recuperar el medallón; pero, se encontraron con Sue, que buscaba a su hermano, que se dejó caer desde lo alto de un árbol y entre los dos consiguieron derribar a algunos de los extraños seres ansiosos por encontrar lo que llamaron “el medallón de Z”. Sin embargo, son muchos para los jóvenes hermanos; pero, la providencia hace que aparezca el tío Max y también Cammy, que llega manejando un auto al cual se suben los hermanos Storm y Max y emprenden la huída, tomando Sue el volante.

El auto de Cammy empieza a ser perseguido por el Bentley negro del Conde St. Germaine; pero, una audaz y peligrosa maniobra hecha por Sue, impulsada por una voz que en un principio creyó que era de Johnny, que implicó un giro vertiginoso y cruzar una vía férrea por la que se acercaba un tren, les permitió dejar atrás a su perseguidor. Al ocurrir esto, St. Germaine grita y a miles de kilómetros de distancia, en otro continente, un ser que personifica el horror y que yace enterrado hace mucho tiempo em el lugar que gobernó, también grita.

Ya en lugar aparentemente seguro, decidieron separarse. Max Parrish iría con el medallón a la delegación de policía más cercana, mientras los chicos regresarían a sus casas. Al llegar al vecindario en Long Island, los jóvenes notaron que el Bentley negro de St. Germaine y sus zombies, estaban fuera de la casa de Cammy, así que optaron por bajarse del vehículo a cierta distancia y entrar lo más sigilosamente posible a la casa de los Storms, donde aprovecharon para cambiarse de ropa. Johnny está en su habitación y abre un cajón para buscar algo, ¡encontrándose con la sorpresa de que el medallón está allí! En eso, llega Max, quien regresó al darse cuenta de que el medallón había desaparecido de su bolsillo y sugirió a los jóvenes salir del lugar e ir al despacho de Henry Brandeis en la Universidad Empire State, para ver si entre los documentos del profesor hay algo que pueda darles pistas sobre lo que está pasando.

Mientras Sue y Cammy esperan en el vehículo en un lugar cercano, Johnny y Max buscan burlar las seguridades de una de las ventanas en el edificio de la Universidad en la que se encuentra la oficina de Brandeis. Johnny usa sus habilidades para puentear la alarma, dejando un libro colocado como cuña para que no se active e ingresa y le abre la puerta a Max. Sin embargo, lo poco que llegan a averiguar usando la computadora de la oficina de Brandeis es la identidad de St. Germaine y su carácter de leyenda en varios países. En eso, el libro que servía de cuña en la ventana, se suelta y cae sobre Cammy y Johnny se da cuenta de que los zombies de St. Germaine han aparecido.

St. Germaine observa los hechos a distancia, mientras sus zombies atacan a Max y a los jóvenes y augura que el medallón pronto será suyo. En eso, empieza a convulsionarse u su rostro cambia, influenciado por el ser que lo domina y que le dice que el medallón debe ser suyo… ¡ahora!

En el campus universitario, Max arrancha el medallón a Johnny para dar tiempo a que los chicos escapen. Los zombies se abalanzan sobre él, solo para darse cuenta que el medallón ha desaparecido y piensan que incluso puede habérselo tragado y están a punto de abrirlo en dos, cuando llega Sue portando un arma de juguete; pero, los zombies se dan cuenta y cuando todo parece perdido, llega la policía, cuyos disparos ahuyentan a los que ellos creen que son roqueros. Sue recrimina a Max por haberse arriesgado a que los zombies se lleven el medallón; pero, él le contesta que para ese momento, el medallón ya debía estar de regreso en las manos de Johnny.

Y así era, Johnny tenía consigo de nuevo el medallón y se encontraba reparando el auto de Cammy que había sufrido una avería, mientras ella revisaba el libro que había caído en su regazo y usando lo poco de latín que había aprendido de su padre, logra averiguar que el medallón tiene un origen infernal y que pertenece al demonio Z y tanto ella como el joven Storm, notan que al libro (que Johnny había visto antes en la casa de Brandeis junto al medallón), le falta una página, como si la hubieran arrancado. Lo que a Johnny le preocupaba ahora, era que el libro que tenía Cammy en sus manos, no era el mismo que él había puesto como cuña en la ventana. Era claro que la situación se ponía cada vez más rara.

Esa página, la había arrancado Max, quien ahora se encontraba en su departamento con Sue y revisaba el documento con tanta atención, que ella recordó a alguien que había conocido hace poco y por el cuál había sentido una gran atracción: Reed Richards. Max pidió a Sue que llamara a Cammy al teléfono de su auto, para que los alcanzaran en su departamento y de allí tomar una decisión.  Misteriosamente, una forma espectral pareció mostrarse al mismo tiempo, frente a Cammy y Johnny y a Sue y Max.

Cuando estuvieron todos juntos, se aprestaron a bajar y salir del edificio; pero, se encontraron con St. Germaine y sus zombies. Todos se sorprendieron cuando St. Germaine dio la orden a sus zombies de recuperar el medallón así sea sobre los cadáveres de Max y los jóvenes, para ser entregado a su amo… ¡Drácula! Mientras decía esto, el rostro y cuerpo de St. Germaine se desfiguraba.

Max buscó ganar algo de tiempo apagando las luces; pero, con un gesto de las manos de St. Germaine hizo que se volvieran a encender. El breve lapso, basto, sin embargo, para que Sue y Cammy entraran al ascensor para huir llevándose el medallón, para ganar algo de tiempo para Johnny y Max, aunque ella sabía lo que pasaría con el objeto. St. Germaine gritó que le devolvieran el medallón de Zarath (por fin iba tomando nombre) y destrozó la puerta del ascensor, aunque las chicas habían salido por la trampilla del techo y subido a la terraza del edificio, donde las alcanzó el malvado Conde, que crecía de tamaño hasta medir varios metros, absorbiendo masa de su entorno.

La treta de Sue había tenido éxito, pues Johnny y Max estaban ya en la calle, subiendo al vehículo de Cammy y el medallón había regresado al bolsillo del joven. Max meditaba la forma en la que podrían vencer a St. Germaine y fue entonces que recordó que el día en que lo vieron en el cementerio empezó a llover y el Conde no siguió a Johnny personalmente, sino que se refugió en su vehículo, por lo cual debía tener debilidad ante el agua. Entonces, apareció ante ellos Zarathos, el espíritu de la venganza, diciéndoles que eso no bastaría pues faltaba un arma y venía a reclamar unirse con Johnny, pues el medallón había mostrado afinidad con él y eso lo sabía Max, que había leído la página arrancada.

Sin embargo, Max no quería arriesgar a Johnny; pero, este dijo que no había otra forma de ayudar a su hermana y a Cammy, por lo que Max empezó el ritual de unión, aunque en el último momento, arranchó el medallón de las manos del joven y fue él quien se convirtió en Ghost Rider y el auto de la amiga de los Storm se convirtió en su infernal motocicleta. De inmediato, acudió al rescate y salvó a Cammy de caer al vacío, luego de que el monstruoso St. Germaine la lanzara de un golpe y al atravesar el cuerpo del gigante, hizo que este soltara a Sue.

El monstruo empezó a seguir a Ghost Rider sobre los edificios, para intentar tomar el medallón; pero, este lo esquivó y giró a una señal de Johnny para dirigirse hacia un tanque de agua, el cuál destrozó y su contenido cayó sobre St. Germaine, convirtiéndolo en una masa de barro; mientras, a la distancia, Drácula lanzaba un grito sordo. Luego, Ghost Rider quiso irse; pero, Cammy, Sue y Johnny lo cercaron para que liberara a Max, a lo que se negó; pero, un ágil salto de Johnny hizo que pudiera arrancar el medallón del frente de la moto, lo que hizo que Zarathos desapareciera y dejara a Max, mientras la moto, transformada nuevamente en el auto de Cammy, se estrellaba en la calle, varios pisos más abajo.

Días después, todos se encontraban en el cementerio, para rendir un homenaje al Profesor Brandeis y Max se ofrecía a acompañar a Cammy y su madre, para apoyarlas durante un tiempo. Sue y Johnny reforzaban sus lazos como hermanos y ella se aprestaba a probar suerte en la actuación, aunque el destino les tenía preparado algo más a ambos.

Este comic fue publicado en español en formato comic grapa de 72 páginas por Editorial Forum en el 2002. Imagen cortesía de colección privada.

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