lunes, 9 de enero de 2012

El Adios a un VIrtuoso del comic: Articulo de Oscar Sierra de Costa Rica sobre Jerry Robinson

http://www.nacion.com/2012-01-08/Ancora/NotasSecundarias/Ancora3017293.aspx

Desde el último 7 de diciembre, Ciudad Gótica luce más lúgubre y sombría que nunca. En sus calles ya no resuenan las psicóticas carcajadas del Guasón ni se oye el ronronear del potente motor del Batimóvil. Solo se escuchan los lastimeros sollozos del ultravillano mientras sus lágrimas diluyen el maquillaje de payaso que lo caracteriza.

Por primera vez, Batman y su archienemigo se unen en el mismo dolor, y no es para menos: ese fatídico miércoles 7 falleció Jerry Robinson, el creador que revitalizó el comic del “Hombre Murciélago” con personajes como el Guasón. En realidad, la serie había nacido antes, en 1939, de la pluma de Bob Kane para competir con el poderoso personaje que inició la saga los mitos modernos: Superman.

Un creador múltiple. Nacido en Trenton (Nueva Jersey) en 1922, Jerry Robinson se caracterizó por ser un hombre solidario, entusiasta y jovial; además, obviamente, fue un talentoso y mutifacético artista que destacó en los campos de la caricatura editorial, el comic y la ilustración de libros y revistas.

Robinson ingresó en el mundo de la historieta a la temprana edad de 17 años, de modo tan fortuito como afortunado. Corría el año 1939, y el joven Jerry, estudiante de periodismo de la Universidad de Columbia, laboraba eventualmente como vendedor de helados en un centro turístico.

El dibujante de comics Bob Kane fijó su atención en los dibujos que aquel chico exhibía en su blanca chaqueta de lino y, tocándole el hombro, le preguntó: “Oye, ¿quién hizo eso?”. Al responderle el joven que él era el autor de los soberbios diseños, Kane le enseñó el número 27 de la historieta Detective Comics, en el que se introducían las aventuras de un “hombre murciélago”, creado por Kane. Este ofreció a Robinson trabajar con él en esa serie.

De aquella forma, Jerry Robinson entró con el pie derecho en las “grandes ligas” de una industria editorial que vivía su época de esplendor.

El joven Jerry trabajó primero como asistente de arte para el comic del ya famoso Batman, mas pronto derivó en un papel mas protagónico y de altos vuelos. Robinson enriqueció la serie con nuevos personajes, de su creación, como The Joker (el Guasón, o bromista), carismático enemigo de Batman.

Inspirado en Robin Hood, Jerry también inventó a Robin (ave petirroja), el amigo juvenil del superhéroe, y a Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne, la personalidad secreta de Batman.

Sin embargo, hasta su muerte, acaecida en 1998, Bob Kane regateó a Jerry Robinson la creación de aquellos personajes pues –sostenía– él y el guionista Bill Finger habían contribuido a crearlos. Jerry siempre lamentó el haber vendido, siendo muy joven, los derechos de estos personajes.

Enorme inventiva. Además de talentoso dibujante de comics, Jerry Robinson también se destacó como dibujante de “cartones” en páginas de opinión editorial.

Jerry trabajó en esto durante toda su vida y fundó la empresa Cartoonist & Writers Syndicate, división de la compañía Cartoon Arts International, asociada al diario The New York Times.

Robinson también ejecutó ilustraciones para carteles de obras teatrales, y fue presidente la Asociación Americana [estadounidense] de Caricaturistas Editoriales (AAEC).

Por otra parte, la sensibilidad social de Robinson lo llevó a realizar actividades en la defensa del derecho de autor de muchos historietistas y guionistas que, en los años 30 y 40, fueron despojados de sus creaciones por las grandes compañías editoras.

Tal fue el caso de Joe Shuster y Jerry Siegel, autores de Superman. Siendo aún jóvenes, sufrieron la negación de sus derechos autorales por parte de la compañía National Allied (hoy D. C. Comics).

Ya en plena vejez y si una pensión que los salvase de la miseria, Siegel y Shuster recibieron por fin una paga anual de 20.000 dólares por parte de la D. C. Comics y el reconocimiento como autores del personaje: todo, gracias a una campaña dirigida por Jerry Robinson.

Años más tarde, los herederos de Jerry Siegel recibieron el 50% de los ingresos generados, desde diversas fuentes, por el uso del “hombre de acero”.

“Sacerdote” del noveno arte. Por esos años, los editores tiraban a la basura los dibujos de las historietas que ya se habían publicado. Profundo admirador del arte de los colegas de más edad y experiencia artística, Jerry rescató muchas de esas valiosas láminas.

Robinson llegó así a formar la colección más importante de obras originales en lápiz y tinta de la época de oro del comic norteamericano. Dicha colección se exhibió en museos como el Centro Cultural Skirball, y finalmente se subastó en el 2010.

Además de Batman, Robinson ilustró la historieta de su autoría Atoman, así como otras series: policíacas, románticas y de ciencia ficción.

La trascendencia del Guasón. Entre los personajes aportados a Batman por el genio creativo de Jerry Robinson, el Guasón destaca por su fuerte y original personalidad, de manera que compitió en imagen y atractivo con el mismo superhéroe de la serie.

Con respecto al Guasón, el escritor y estudioso del comic Víctor Flury nos comenta:

“En la literatura gótica son importantes las situaciones que se crean por los ambientes, pero no por los personajes. En el caso de Batman, un personaje como el Guasón está por encima del entorno que determina la historia. Por sus particulares características, este villano sobresale en gran manera y se muestra más peligroso, mucho más poderoso de lo esperado”.

Por su parte, el arquitecto Alfredo García, presidente del Comic Club de Guayaquil (Ecuador), opina sobre Jerry Robinson y su obra:

“Robinson fue uno de los artistas más destacados de la Edad de Oro de los comics, aunque parte de su trabajo no fue debidamente reconocido. En aquella época, pocos artistas lograban mantener o imponer sus créditos en las publicaciones porque las editoras mantenían los derechos sobre los personajes, excluyendo a los autores.

”Jerry creó personajes como Robin porque era una costumbre en esa época crear sidekicks o compañeros para los héroes (como el Capitán América y Bucky, y Flecha Verde y Speedy). Se tenía entendido que los comics se dirigían al público adulto, de modo que el compañero permitía que los lectores jóvenes se acercasen; si no podían soñar con ser el héroe principal, podían imaginar que eran su ayudante”.

A través del Guasón se percibe que Jerry Robinson aplicó acertadamente, al comic de Batman, el recurso del humor que desarrolló como caricaturista de chistes de opinión editorial. Robinson salvó así, de la monotonía, a un superhéroe destinado enfrentarse a villanos sombríos y de poca monta. Este fue el mayor aporte que Robinson hizo a la creación de Bob Kane.

Con la muerte de Jerry Robinson se va uno de los últimos exponentes de la edad de oro de la historieta norteamericana.

El autor es director del Movimiento Artístico La Pluma Sonriente y de La Pluma Comic.

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