lunes, 17 de agosto de 2009

Condorito aún es el reflejo de la cotidianidad


El personajeantropomorfo que creó el fallecido caricaturista chileno Pepo cumple hoy 60 años.
En el imaginario pueblo de Pelotillehue existen el pobre al que le sobra imaginación y viveza criolla, el borracho, los amigos incondicionales, los suegros, el pedante, el usurero, el tacaño, las mujeres hermosas, los suegros y más personajes que reflejan la identidad de una sociedad. Son los personajes de Condorito, aquella ave antropomorfa y parlante que el 13 de agosto de 1949 apareció por primera vez en la revista chilena Okey. Aquel análisis le pertenece al caricaturista Alfredo García, presidente del Cómic Club de Guayaquil, quien organiza una semana especial para Condorito, Pato Donald y Mazinger, del 24 al 29 de agosto.Para García, las situaciones que vive Condorito, quien surgió del lápiz del extinto historietista chileno René Ríos Boettiger (Pepo), pueden ocurrir en cualquier barrio, pueblo o ciudad. “Pepo apuntó a la cotidianidad, tanto así que Condorito puede ser representado en distintos oficios como piloto, soldado, sacerdote, médico, futbolista o mayordomo. También puede ser loco, millonario, chino, alemán (Condorotto) o caníbal. La idea es que cualquier individuo se sienta identificado con él”, explica García. El coleccionista Roberto Illingworth coincide con García y agrega que Condorito tiene “aquella magia de causar el mismo impacto hilarante, pese a leer los mismos chistes como si fuera la primera vez. No existe tema de la vida real que no haya sido tratado con ironía, a través de este personaje. Simplemente sus chistes se adaptan a la modernidad del celular, la computadora y otros”.Condorito nació como una respuesta de Pepo a Disney, tras ver la película animada Saludos amigos (1946) de este último. “El filme apuntaba a Sudamérica y Chile había sido representado por el avión Pedrito, personaje que no le gustó a Pepo. Él pensó que mejor sería con un cóndor, que es el ave símbolo del país. Pero Condorito no fue el primer personaje que creó, desde la década del 30 ya dibujaba a El Jefe para la tira satírica Topaze”, explica García. Mauricio Gil, también caricaturista y miembro del Cómic Club, sostiene que “Condorito es uno de los pocos personajes latinoamericanos que no ha perdido vigencia, al igual que Mafalda en Argentina, aunque ella representa a una niña que piensa y reflexiona como adulta”. La historia latinoamericana del cómic registra muchos personajes como los argentinos Avivato y Tremebunda (no la suegra de Condorito) por citar un par, pero ninguno ha tenido el mismo impacto social que Condorito, que ahora forma parte de Televisa y tiene dos monumentos en Chile, en Santiago y Valparaíso.Durante seis décadas la apariencia de aquel ‘pajarraco’ (como Pepe Cortisona, el pedante de la tira cómica y su eterno rival) que en su primer chiste encarnó a un ladrón de gallinas que termina preso, después de intentar de devolver una, ha cambiado mucho. “Ahora Condorito luce más humano, con un pico más pequeño, apenas cuatro plumas en su cuello y más alto. El original era fumador, grotesco, de pico y cresta grandes, piernas cortas, más semejante a un cóndor real. Quizás su apariencia actual identifica más al lector que ve en Condorito más a una persona que a un ave parlante. Los trazos tienen mucha influencia del estilo Disney”, dice Gil.Los detalles de sus personajes ahora son trabajados en computadoras, tras escanear los trazos originales. Cuenta Gil que el también ilustrador ecuatoriano Enrique Piloso, quien labora en Los Ángeles Times, trajo hace poco trabajos originales de Pepo.“Eran bocetos hechos con lápiz en una cartulina. Encima iba un papel transparente llamado sketch en el que se calcaban los trazos con tinta china y otro papel más para los colores”, explica.Según el caricaturista argentino David Mangiarotti, quien reside en Chile y ha visitado el país en algunas ocasiones, los bocetos originales de Pepo llegaban a Guayaquil para su impresión porque era más barata que en Chile.Los colores que han identificado a Condorito son el naranja, gris, café, blanco y negro. Según Mangiarotti inicialmente se optó por esa base de colores para abaratar costos, pero luego se convirtió en uno de los distintivos del personaje que convive con otros como su sobrino Coné (un niño cóndor cuyo nombre proviene de un malentendido entre el sacerdote que lo bautizó y Condorito). La anécdota, que apareció en una de las revistas, relata que Condorito quería llamar Ugenio a su sobrino, pero el sacerdote lo corrigió. “Hijo, es Con E”, le dijo. “Lo que usted diga padrecito, será Coné”, respondió Condorito.Coné no es el único que nació de una anécdota. Su perro Washington salió de una venganza de Pepo contra el general Washington Quezada, de quien el dibujante dijo que insultó a su esposa.Huevoduro fue inspirado en un amigo canadiense de Pepo. Según él, era calvo y pálido. Coné, Huevoduro, Washington son apenas tres protagonistas del mundo imaginario de Pepo, uno en el que no faltan lagartos en callejones, sonámbulos, sitios como el restaurante El pollo farsante, el bar El Tufo, productos como jabón Sussio, y otros. Un mundo en el que no falta el “exijo una explicación” o el “¡Plop!” al final de cada chiste.

Rafael Veintimilla rveintimilla@telegrafo.com.ecEditor - Espectáculos

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